China, oportunidad o riesgo
La guerra de aranceles, que afecta hasta ahora sobre todo al gigante asiático, pretende impedir que China dispute la superioridad global que EEUU ejerce al menos desde el final de la guerra fría

Madrid
Trump está disparando contra todo y contra todos desde que ha llegado a la Casa Blanca por segunda vez.
Sin embargo, va centrando poco a poco al enemigo principal: China. Los politólogos hablan de un concepto, “la trampa de Tucídides”, para definir el conflicto que se genera entre una potencia en ascenso (China) y la potencia dominante (EEUU).
La guerra de aranceles, que afecta hasta ahora sobre todo al gigante asiático, pretende impedir que China dispute la superioridad global que EEUU ejerce al menos desde el final de la guerra fría.
Para ello, Trump necesita doblegar al país de Xi Jinping en el terreno comercial y, más aun, en el territorio de la alta tecnología. No por casualidad la gente más cercana al presidente americano, la plutocracia que lo rodea, son los principales dirigentes empresariales de Silicon Valley.
En este contexto se produce la visita a Pekín del presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez. Estaba programada mucho antes de que se sospechase siquiera la intensidad del conflicto comercial en que está inmerso el mundo. Tal visita es una oportunidad para España y sus intereses, pero también un riesgo: que Trump, con sus cálculos vengativos, identifique a Sánchez con el presidente chino y lo señale por ello.

Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...