Otro vaivén

Madrid

Esta guerra comercial no es rectilínea. Está llena de vaivenes. Hay reacciones muy directas a la agresividad de Donald Trump. Las más inmediatas y del mismo nivel han sido las de China. Hoy mismo ha equiparado sus aranceles a EEUU con el mismo 50% con que acababa de ser agredida por Washington: llegando al 84%.

A las pocas horas, hace un momento, Trump reacciona en caliente. Y aumenta el impuesto comercial a Beijing hasta el 125%. Es una carrera sin freno. Al mismo tiempo, asegura que establece una pausa de 90 días a los aranceles contra todos los demás, salvo el básico ahora reducido al 10%.

Trump quiere ahora concentrar su escalada contra Beijing, quizá influido por personajes cercanos descontentos por tanta dispersión. Dice que abre la pausa por respeto a quienes han querido negociar. Peor hace unas horas se burlaba de ellos, con su elegancia fina y sofisticada: “Me están besando el culo”. Qué plaga.