Enrique Bunbury: "Estoy muy orgulloso de mis errores y espero poder seguir cometiendo muchos más"
'Cuentas pendientes' es el nuevo disco del cantante, con el que dará inicio a su gira en julio

Enrique Bunbury: "El tiempo es una guerra, la batalla contra la juventud no me interesa"
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Madrid
Nunca es tarde para saldar retos pendientes y hacerlo puede ser un arte que se aleja de la urgencia. Es lo que ha hecho Enrique Bunbury en su nuevo disco, Cuentas pendientes, donde se aleja del rock para adentrarse en las raíces de la música hispana y latinoamericana y ponerse a prueba una vez más a él mismo, explorando otros géneros. Es un disco en el que la herida y la celebración conviven y en el que demuestra que, para llegar hasta aquí, a veces, hay que mirar hacia otro lugar.
"El tiempo es una guerra perdida, la lucha por conservar la juventud es una batalla que no me interesa. Prefiero buscar la belleza en lo bonito de cada etapa de la vida y disfrutar mucho de todas ellas", ha manifestado Bunbury en la presentación de este nuevo disco en La Ventana.

Para llegar hasta aquí encabeza la lista de canciones que componen Cuentas pendientes. Una canción que refleja el viaje personal y artístico, fusionando influencias del Mediterráneo y Latinoamérica, acompañadas de la guitarra portuguesa y el acordeón para crear una atmósfera nostálgica. "Es una declaración de intenciones, que reivindica al mismo nivel de valor todos los errores y aciertos que cometemos. Siempre se reivindican las victorias como si fueran el único propósito de la vida, y yo estoy muy orgulloso de mis errores y espero poder seguir cometiendo muchos más", ha expuesto el cantante.
Bunbury partió hacia Estados Unidos hace 15 años para realizar un road trip y, finalmente, nunca regresó. "Los Ángeles es el lugar donde comencé a crear una familia, nunca fue nuestra intención quedarnos allí, pero es una parada más en el camino de nuestra vida. Es una ciudad difícil de comprender, llena de contrastes, pero estoy enamorado de ella", ha contado el artista.
Los últimos cuatro discos de Bunbury miraban a la música contemporánea y a las posibilidades técnicas de lo digital. Sin embargo, con este nuevo álbum, el artista se inclina hacia lo austero, hacia la música hispana o latinoamericana. "Me he acercado en anteriores discos a la música latina, ha estado muy presente en mi carrera. Pero en esta ocasión hay bolero, hay rumba, hay vals criollo y hay un poco de todos esos estilos de los que me he podido empapar en mis viajes por Latinoamérica", ha explicado el cantante.
Bunbury versiona en este disco una canción de Pachi Alís, "músico de músicos", titulada La Hiedra. Una canción que dibuja muchas situaciones reconocibles en el paisaje cotidiano y sobre la que el cantante ha dejado una reflexión: "Perder la capacidad de sorpresa y tener curiosidad por lo que otro pueda aportar es la base de la comunicación. Yo siempre he sido una persona muy de escuchar, disfruto mucho de conversar con gente que difiere en opinión conmigo y que de esa manera me ayuda a criticar y enriquecer mi propio discurso. El formato de las redes sociales no da para estas conversaciones, deben ser cara a cara".
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Las chingadas ganas de llorar es otra de las diez canciones que componen este nuevo disco. Lejos de ser una canción que solo celebra la tristeza, tiene también un punto de catarsis, aceptación y dignidad ante el sufrimiento. "Solo tienen valor verdadero lo que nos cuesta el techo y la vida. Le damos valor a cosas insustanciales, nos ofendemos por tonterías, lo único que tiene valor verdadero es lo que le cuesta el sustento a tu familia", ha explicado el artista.
El disco viene acompañado de conciertos, "Es un reencuentro con El Huracán Ambulante 20 años después, fue mi primera banda en mi etapa de solista". La gira arranca en julio por toda Latino América y llegará a España en septiembre.

Alba Villanueva
Estudiante de periodismo en la Universidad Complutense de Madrid. Antes en Radio León.