"Una cosa son los anuncios vocingleros de Trump y otra, la realidad"

Madrid

Hubo una época en la que el cine estadounidense copaba las pantallas de todos los cines europeos y que sus series de televisión alcanzaban formidables índices de audiencia. Así nos empapamos de su cultura y así conocimos Estados Unidos. Poco a poco, y gracias a la ayuda que algunos países europeos empezaron a dar a sus propias industrias cinematográficas, las películas y las series europeas empezaron a tener más seguidores y a ganar calidad. Ahora hay incluso productores estadounidenses que prefieren rodar en países europeos, altamente cualificados técnicamente y con una potente red de apoyo. Todo esto enfurece a Donald Trump, que ha pasado de querer hacer grande de nuevo a América a querer específicamente hacer grande a Hollywood de nuevo. La verdad es que, una vez más, una cosa son los anuncios vocingleros de Trump y otra, la realidad. Si Hollywood ya no es la meca del cine es también por su propia decadencia y su empeño en limitarse al cine de monstruos y aparatos infernales. Además, ¿cómo se implantarán esos aranceles del 100% con los que amenaza Trump? ¿Evitará que se estrene allí 'El Señor de los Anillos', por ejemplo, rodada en Nueva Zelanda? Si uno recorre las plataformas de distribución televisiva, es cierto que hay mucha mayor oferta europea, pero también que la oferta estadounidense que más éxito tiene no es precisamente la de Hollywood, sino la del cine independiente. Sería una lástima que ese empeño por hacer Hollywood grande de nuevo acabara precisamente con el mejor cine americano de hoy día.