Empieza el politburó
Joaquín Estefanía reflexiona sobre el cónclave que empieza mañana

Punto y 25 | Empieza el politburó
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
Madrid
En uno de sus últimos dibujos, El Roto pinta a un Jesucristo crucificado que se dirige a Dios padre y le dice: “Señor, aparta de mi esta curia”.
Mañana comienza en Roma la reunión del politburó de la Iglesia católica. Poco menos de centenar y medio de cardenales elegirán al sustituto del papa Francisco, recientemente fallecido.
La inmensa mayoría de las informaciones que aparecen sobre el cónclave cardenalicio subrayan las coaliciones negativas que se forman para poner o vetar papas, para facilitar o dificultar candidatos. Ideas divisivas, rumores venenosos, maniobras de desgaste,… son siempre historias sobre el poder, muy semejantes a las que se multiplican en otros ámbitos más terrenales.
Apenas hay nada sobre coincidencias o divergencias teológicas, que sería su ámbito natural, ni sobre la rotundidad sobre el horroroso delito que más ha debilitado a la Iglesia en los últimos tiempos: la pederastia y las fórmulas para combatirla.
Esta reunión de los más altos representantes de la Iglesia no es un asunto menor entre las preocupaciones que asolan al mundo. 1.100 millones de católicos de todo el planeta se sentirán representados en algunos asuntos por la persona que salga elegida como sucesor de Pedro en la Tierra.
Que tendrá mucho que decir, por ejemplo, sobre las guerras, los genocidios, el maltrato a los vulnerables y otros aspectos, casi increíbles en pleno siglo XXI, que nos envuelven hoy en la vida cotidiana.

Joaquín Estefanía
Es periodista, exdirector del periódico 'EL PAÍS' donde sigue firmando columnas. También colabora en...