Selecciona tu emisora

Ir a la emisora
PerfilDesconecta
Buscar noticias o podcast

El Pompidou de París cierra para renacer en cinco años

Este edificio de estructura metálica de colores al descubierto necesita una transformación tras casi 50 años

Centro Georges Pompidou de París / Chesnot/Getty Images

Centro Georges Pompidou de París

París

A principios de este año, se empezaron a cerrar las salas de espectáculos en el subterráneo del polivalente Centro Pompidou de París, en pleno centro de la capital. El 12 de marzo, fue el turno para el Museo Nacional de Arte Moderno en las plantas 4 y 5, el mayor fondo mundial de obras del último siglo junto al MoMA neoyorquino, así como la gran biblioteca de los niveles 1 a 3. Y el 22 de septiembre se clausurará la última exposición temporal, después de que en junio acaben las mayores que aún se pueden ver en la última y espectacular planta 6.

En ese momento, se acelerará la actual mudanza de las cerca de 150.000 obras del fondo (alrededor de 2.000 expuestas al público) hacia lugares secretos del norte de la ciudad o su exposición en otros museos franceses y extranjeros. Y en abril que viene, se iniciarán unas obras de reforma que deben terminarse en 2030 y "metamorfosear” este edificio emblemático para que continúe erigiéndose en un referente cultural como desde su inauguración en 1977.

Situado en el barrio popularmente conocido como Beaubourg y al lado del cosmopolita Le Marais, este edificio de estructura metálica de colores al descubierto concebido por los arquitectos Renzo Piano y Richard Rogers necesita una transformación tras casi 50 años. Las obras renovarán y le quitarán todo el amianto a las fachadas, instalarán mejores sistemas antiincendios, mejorarán la accesibilidad para todo tipo de personas y convertirán el inmueble de 125.000 metros cuadrados en más eficiente a nivel energético. Una adaptación para hacerlo más sostenible y, a la vez, útil para los intercambios entre los visitantes.

Metamorfosis en una nueva Ágora

Porque de los 440 millones de euros presupuestados para el conjunto de la intervención, 260 consisten propiamente en las obras de acondicionamiento pero otros 180 millones se dedican al nuevo proyecto cultural que reorganizará el espacio para que este entre plenamente en los retos del siglo XXI. Es lo que su presidente, Laurent Le Bon, ha bautizado como "moviment”, un neologismo francés que inventó el escritor Francis Ponge a su apertura proyectado de nuevo hacia el futuro. El objetivo es hacer aún más poroso el exterior de la llamada Piazza, la plaza de transeúntes, y el interior a nivel 0 y 1 con nuevos accesos también en sus vertientes sur y norte y una mayor luminosidad. Y con este nivel 0 convertirlo en una Ágora, como espacio teatral abierto con gradas descendientes hacia su nivel inferior. El objetivo es que sirva para nuevas prácticas artísticas y manifestaciones puntuales. Las tres plantas de la biblioteca también se reacondicionan para otros usos, mientras que las salas de exposiciones disfrutarán de una nueva escenografía y la terraza en el nivel 7 se abrirá al público.

Todo ello -adjudicado a la pareja de diseñadores franco-japonesa Nicolas Moreau y Hiroko Kusunoki, junto al estudio de decoración mexicano Frida Escobedo- forma parte de un plan de Le Bon a la búsqueda de financiación privada porque el Estado solo paga las obras técnicas. Su envergadura irá a más o menos en función de que se consigan esos 180 millones de euros. Y pasa por la captación de mecenas para espacios concretos, el préstamo durante estos cinco años del fondo del museo por todo el mundo y los canon que abonan otros Centro Pompidou, como los de Málaga o Shanghái e, incluso, la aportación de países como Arabia Saudí (cincuenta millones). Algo que ha causado revuelo, pero que el presidente de la institución defiende.

"No se trata de un nuevo Centro Pompidou, que crearíamos en medio del desierto, como se ha dicho de manera expeditiva”, puntualizaba Le Bon en el diario Le Figaro; el año pasado tras firmar un principio de acuerdo con Riad. "Hay conservadores de museos que se inquietan por este tipo de asociación, pero nadie está obligado a suscribir nuestra política de acercamiento cultural”, asumía el presidente del centro parisino admitiendo que es la primera vez que se hace en Francia fuera de la reciente restauración de la catedral de Notre-Dame, que también contó con aportaciones extranjeras.

"Hay quien quiere caricaturizar el Centro Pompidou como una marca, pero ante todo nosotros defendemos un espíritu, sea en Beaubourg o no”, continuaba precisando Le Bon. "El edificio icónico, que sigue siendo nuestra referencia, solo es una parte de nuestra actividad. El Museo Nacional de Arte Moderno es el mayor prestador del mundo de 5.000 a 6.000 obras y, en un buen año, hasta 10.000”.

Foto de los exteriores del Centro Pompidou en París

Foto de los exteriores del Centro Pompidou en París / Richard Bord

Foto de los exteriores del Centro Pompidou en París

Foto de los exteriores del Centro Pompidou en París / Richard Bord

Constelación de exposiciones por todo el mundo

Por otra parte, Le Bon tuvo que enfrentarse durante cien días, entre octubre de 2023 y enero de 2024, a una huelga intermitente que llegó a tener cerrado el equipamiento 24 días completos, con una pérdida de dos millones de euros. Los trabajadores reivindicaban tener asegurado el salario y su continuidad una vez acabadas las obras. Finalmente, se llegó a un acuerdo.

Simultáneamente, Le Bon puso en marcha la denominada Constelación que, precisamente, consiste en colaboraciones con otros establecimientos museísticos para organizar exposiciones de obras suyas durante este tiempo, y en las que también participarán equipos del Pompidou. En abril, ya se abrieron algunas de estas exposiciones por toda Francia y, en junio, el Grand Palais parisino acogerá grandes muestras de Nikki de Saint Phalle, Jean Tinguely y Pontus Hultén o de una importante colección de Art Brut. El Centro Pompidou de Metz, en el Gran Este -primer ejemplo de descentralización de la institución en 2006 (en 2026 se abre otro en Massy, al sur de París)- recibirá por ejemplo La pared del taller de André Breton;, una estructura de 400 objetos del ideólogo del surrealismo, entre ellos un cuadro de Joan Miró pero asimismo huesos de ballenas, cigarras momificadas o erizos de mar disecados, que requiere de una enorme logística con 50 cajas adaptadas para cada tipo de objeto. Como es igual de complejo el traslado de otras del Pompidou, algunas creadas en el mismo museo, de Jean Dubuffet, Marcel Broodthaers o Anselm Kiefer.

Lo es también en el caso de Composición con dos loros;, que Fernand Léger realizó entre 1935 y 1939, cuya talla es de 4x4,8 metros y que viajará al Centro Pompidou de Málaga donde no hay montacargas y tendrá que entrar directamente desde fuera. Málaga será asimismo escenario de la exposición itinerante de Simon Hantaï. Mientras que en los CaixaForum de Madrid y Barcelona llegará entre este año y el que viene una exposición sobre Henri Matisse y en los nueve CaixaForum españoles otra sobre el arte óptico entre 2027 y 2029. Como decía Le Bon en la entrevista en Le Figaro: "Mi objetivo es difundir nuestra colección, no guardarla en un búnker”.

 

Directo

  • Cadena SER

  •  
Últimos programas

Estas escuchando

Hora 14
Crónica 24/7

1x24: Ser o no Ser

23/08/2024 - 01:38:13

Ir al podcast

Noticias en 3′

  •  
Noticias en 3′
Últimos programas

Otros episodios

Cualquier tiempo pasado fue anterior

Tu audio se ha acabado.
Te redirigiremos al directo.

5 "

Compartir