Tsunoda y Colapinto dan el susto y paralizan una calificación del GP de Emilia-Romaña muy accidentada

Acababa de comenzar la sesión de clasificación del GP de Emilia-Romaña cuando Yuki Tsunoda sobrecogió a todos los presentes. Ponía a prueba el piloto japonés su Red Bull sobre el asfalto de Imola, tratando de rascar un buen tiempo que le permitiese superar con suficiencia la Q1, cuando un error al volante obligó a mostrar la bandera roja en pista. Pese a la fuerte colisión, que incluso propició una vuelta de campana al tocar contra las protecciones, el corredor pudo abandonar la pista por su propio pie.

El neumático delantero izquierdo pisó ligeramente la hierba situada a los límites de la trazada y ello provocó el trompo que desembocó en unas imágenes escalofriantes. Afortunadamente, el coche no terminó boca arriba, facilitando la operación para atender al accidentado. La sesión eso sí, tuvo que paralizarse durante varios minutos hasta que los restos del Red Bull siniestrado fueron recogidos del asfalto.

La sesión pudo reanudarse con este retardo, aunque siguió aglutinando contratiempos. Porque también la Q1 llegaría a su fin con otra bandera roja que mantuvo a la parrilla en stand by dentro de sus boxes. En este caso, el responsable fue un Franco Colapinto que se dio de bruces contra las barreras en la famosa zona de Tamburello.

También pecó de salirse ligeramente de la pista y el paso por la hierba resultó fatal. El argentino perdió el control de su Alpine y no le quedó otra que pedir "perdón" a sus compañeros por el destrozo de su monoplaza, que tampoco pudo superar el primer parcial de una clasificación especialmente accidentada. Sí se dio por concluida así la Q1, aunque la reanudación de la jornada ya con la Q2 volvió a verse demorada.