La OCDE rebaja dos décimas su previsión de crecimiento de España para este año, hasta el 2,4%
La Organización reduce dos décimas el crecimiento del PIB español tanto de este año como del que viene y lo sitúa en el 2,4% en 2025 y el 1,9% en 2026.

EP
La OCDE ha rebajado su proyección de crecimiento del producto interior bruto (PIB) español hasta el 2,4% en 2025, dos décimas menos que en su anterior previsión de marzo, y también ha recortado en la misma cantidad la perspectiva para 2026, cuando esperan un alza de la actividad del 1,9%, debido a las tensiones internacionales y a los efectos vinculados a la guerra comercial desatada por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump.
Además, estas nuevas proyecciones de la OCDE son menos optimistas que las que también han hecho esta primavera el Gobierno español en abril (2,6 % para 2025 y 2,2 % para 2026) y la Comisión Europea en mayo (2,6 % para 2025 y 2 % para 2026).
Uno de los elementos que pesan es que los indicadores de actividad elaborados a partir de las encuestas a los directores de compras de las empresas se han deteriorado recientemente en España, como también ha ocurrido con Canadá, México o Estados Unidos, dentro de los miembros de este club de países desarrollados.
En cuanto a las exportaciones españolas también se van a ver afectadas por una menor demanda de sus principales socios comerciales por el efecto de las subidas de aranceles impuestas por Estados Unidos, y eso aunque las ventas a ese país representaron en 2024 alrededor del 1 % del producto interior bruto (PIB) español, un porcentaje relativamente bajo.
Sin embargo, la progresión de las exportaciones se va a ralentizar (del 3,1 % en 2024 al 2,2 % en 2025 y en 2026).
En cuanto a las importaciones, van a acelerar (su ritmo de subida pasará del 2,4 % en 2024 al 3,3 % en 2025) y se espera que el comercio exterior reste este año tres décimas al PIB.
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En cuanto al déficit, la OCDE estima que debe mejorar y disminuir del 3,2 % del PIB en 2024 al 2,8 % en 2025 y al 2,3 % en 2026, gracias a los mayores ingresos por la creación de empleo y a medidas fiscales, que permitirán absorber, además el gradual aumento del gasto en defensa y el paquete de 14.000 millones de euros de ayudas para los sectores afectados por la guerra comercial.