Contra las instituciones

Madrid

En la Conferencia de Presidentes, celebrada en Barcelona, todos los barones regionales del PP han ido a la una. Sí. Pero en un asunto que no es de competencia autonómica: la convocatoria de elecciones generales. Todos ellos han pedido al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, que las adelante. Este planteamiento de las cosas, partidista, propagandista y donde no corresponde, perjudica a las instituciones. Como desnaturaliza al Senado utilizarlo usarlo de cámara fabricante de comisiones de investigación. Y no como foro de coordinación y revisión legislativa de interés territorial, que es su verdadero papel.

Pero puede perjudicar también al partido conservador. A muchos de sus votantes les interesa y les gusta que las instituciones democráticas funcionen. Y les disgusta que retuerzan su trabajo, desvíen su foco o sean objeto de boicot o de peleas sin mucho sentido: que para nada les beneficia.

También les incomoda el desprecio ultra que la presidenta madrileña ha mostrado por la España real, que dispone de varios idiomas oficiales. Su gesto de ausentarse ante el uso del vasco, la reafirma como portadora de una motosierra cultural. A los veinte millones de ciudadanos españoles que tenemos la suerte de contar con varias lenguas de nacimiento, y a todos los que las usamos y respetamos, nos cuesta entender que se manipule la pluralidad cultural democrática como bestia salvaje a la que embestir. Es lo que hacía Franco. Lo que hizo durante 40 años de dictadura: prohibirnos casi todos nuestros idiomas. Y vamos aprendiendo ya quién pretende apoderarse de ese horroroso legado.