El Supremo concluye que Belarra no criticó al juez García Castellón como diputada y no se pronunciará sobre el caso
Entiende que no es competente para analizar la reclamación por la que el magistrado pide 120.000 euros a la líder de Podemos

La diputada de Podemos Ione Belarra. EFE/J.P. Gandul / J.P.Gandul (EFE)

La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo ha llegado a la conclusión de que no es competente para analizar la demanda por lesión del derecho al honor que interpuso el magistrado retirado Manuel García Castellón contra la líder de Podemos, Ione Belarra, ya que considera que ella no hizo los comentarios en Twitter en ejercicio de su cargo y por tanto, no debe responder en la instancia que atiende los casos contra aforados.
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En una resolución notificada este viernes, el Supremo dejaba así en tablas este conflicto que arrancó cuando con motivo de la jubilación del magistrado, Belarra le llamó corrupto en twitter y luego hizo declaraciones al conocer que García Castellón había presentado una demanda por esos hechos. Al final, el que fue titular del Juzgado Central de Instrucción 6 de la Audiencia Nacional le reclamaba 120.000 euros.
El Supremo acogió una vista para analizar los hechos y emplazó a las partes a alegar si era esta la instancia competente. Tanto la defensa de García-Castellón como la de Belarra alegaron que sí. El abogado de la líder de Podemos llegó a poner en valor ante la Sala que su perfil de Twitter está verificado con el símbolo que en la red social distingue a los personajes públicos y las cuentas oficiales. Para los magistrados, no es significativo.
"No puede ser la empresa del señor Elon Musk la que, mediante el cobro del correspondiente precio, decida cuando una actuación de un dirigente político que tiene la cualidad de diputado ha sido realizada en el ejercicio de su cargo", dice la resolución.
En opinión de los magistrados, las "descalificaciones" en la red social "no son una reproducción de un acto parlamentario ni concurre una conexión prolongada por literalidad o en estrecha o acreditada conexión con un acto parlamentario", incluso aunque Belarra ya se hubiese referido a García Castellón en el Congreso "meses antes".
"Esa simple mención contenida en el mensaje de la red social no puede considerarse como la reproducción de un acto parlamentario ni que denote la relación directa, que se imponga manifiestamente, entre la opinión expresada y las funciones parlamentarias", añaden.
Así las cosas, si García Castellón quiere seguir adelante con su reclamación tendrá que ir a un Juzgado de Primera instancia, en vía civil o, si quiere saltar a la vía penal, presentar directamente una querella.