Berto Romero y Andreu Buenafuente cierran el programa de una forma nunca antes vista
"Qué pena el que viene luego, porque va a ser una mierda"

Berto Romero y Andreu Buenafuente cierran el programa de una forma nunca antes vista
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En el universo de Nadie Sabe Nada, las reglas no existen. O mejor dicho, se inventan sobre la marcha. En una de sus últimas emisiones, Andreu Buenafuente y Berto Romero ofrecieron un cierre que ellos mismos calificaron como "excepcional".
Todo comenzó con una pregunta enviada desde Uruguay. Un oyente se había tomado la molestia de escribir una hipótesis para que Berto desplegara su lógica y Andreu su imaginación. Sin embargo, esa última carta desató un debate interno. El reloj apretaba, el programa se acababa y había que decidir qué hacer con la pregunta.
"Dos opciones: acabarla, intentar responderla rápido y mal o triturarla al más puro estilo La Resistencia", propuso Berto. Pero esas opciones no convencieron a Buenafuente: "¡Oh, no! Espera, hay una tercera opción", dijo con un tono revelador. "Leerla… y no contestarla". "Así quedamos bien con él, porque es un acuse de recibo", justificaron.
La propuesta era tan absurda como brillante. Pero como ellos mismos dijeron: "Es un programa excepcional". Y por primera vez en la historia, se planteaba pasar olímpicamente de una pregunta.
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Con el tiempo justo, activaron lo que llamaron el "protocolo de cierre". "Cuando leas la pregunta, pon la canción esa de relleno final", dijo Buenafuente, refiriéndose a esa que "suena apenas diez segundos" y que según ellos "nadie sabe por qué la ponemos".
"Pero se tiene que escuchar la trituración", insistió Berto, refiriéndose al característico sonido de la trituradora que suelen usar como efecto final. Andreu, aún sin estar del todo seguro, quiso confirmar el plan: "Sonará la canción de Rihanna y al mismo tiempo trituramos; va a ser un cierre espectacular"
Todo estaba preparado para el cierre más surrealista posible. El micrófono ya apuntaba hacia la trituradora, la música de fondo estaba lista para sonar y la pregunta del oyente iba a ser leída. Pero antes, con su habitual tono burlón, Buenafuente lanzó una pulla al programa que vendría después: "Qué pena el que viene luego, porque va a ser una mierda". Berto, intentando mantener un mínimo de compostura, intervino: "Andreu, por favor, prepara el micro para que se escuche bien la trituración".
No obstante, la logística del momento no era sencilla. "Pero si lees, no puedes triturar", comentó Buenafuente. Pero como siempre, encontraron una solución a su manera. "Tú prepara el micro", ordenó Berto.
Y así, entre bromas, confusión y una coordinación que solo ellos entienden, Berto leyó la gran hipótesis el oyente, digna de ciencia ficción: "Si se colocaran estratégicamente espejos gigantes alrededor del mundo, ¿sería posible mantener la luz natural durante las 24 horas del día?". Un cierre que, como tantos otros en Nadie Sabe Nada, no resolvió nada.