El mundo puede perder 500 especies de aves en los próximos cien años
Un equipo de la Universidad de Reading revela que la pérdida de hábitats y el cambio climático están llevando a las aves a una crisis de extinción sin precedentes

Estas aves migratorias revelan secretos de adaptación, navegación y equilibrio ecológico en cada parada de su ruta transcontinental.

Ya vamos tarde. La profesora Manuela González-Suárez, autora principal del estudio en la Universidad de Reading, lo explica: "Detener las amenazas no es suficiente". Y hace un cálculo rápido: "Entre 250 y 350 especies de aves necesitarán, en los próximos años, medidas de conservación complementarias, como programas de reproducción y restauración del hábitat, si quieren sobrevivir el próximo siglo".
Las conclusiones de su estudio, que firma junto a Kerry Stewart, también investigador en Reading en la revista Nature Ecology & Evolution, son muy pesimistas. Piden medidas urgentes para frenar el cambio climático y la destrucción de hábitats naturales por los que discurren las aves si no se hace el planeta corre el riesgo de triplicar -en pocos años- el número total de extinciones de aves que se habían registrado desde el año 1500 de nuestra era hasta la fecha. Con las consecuencias y desequilibrios que una extinción "masiva" como esta podría tener para el resto de las especies y ecosistemas.
Su desaparición no solo implica una pérdida de biodiversidad, sino también un daño irreversible a los ecosistemas que dependen de ellas para funciones clave como la polinización, la dispersión de semillas o el control de plagas.

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“Nos enfrentamos a una crisis de extinción de aves sin precedentes en los tiempos modernos”, advierte Stewart.
Las aves más grandes, las más vulnerables
Utilizando datos de casi 10.000 especies listadas por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), el equipo analizó el nivel de amenaza según el tamaño corporal y la forma de las alas de las aves.
Las especies de mayor tamaño, por ejemplo, son más propensas a la caza y al cambio climático, mientras que las de alas anchas sufren más por la fragmentación del hábitat.
Entre las que están en mayor riesgo señalan aves tan singulares como el pájaro paraguas de cuello desnudo, el cálao con casco y el pájaro sol de vientre amarillo.
No será suficiente
Aunque reducir las amenazas humanas como la deforestación, la caza furtiva y la crisis climática es esencial, los científicos señalan que "incluso bajo escenarios optimistas, unas 250 especies podrían extinguirse sin acciones de conservación activas". Lo explican señalando que “el impacto humano ya ha sido tan severo que algunas aves no pueden recuperarse sin ayuda directa”. Y señalan que serán necesarios "programas específicos de recuperación, como la cría en cautiverio o la restauración de sus hábitats naturales”.
El estudio subraya que "detener la destrucción de hábitats salvaría al mayor número de aves", pero que "reducir la caza y prevenir muertes accidentales (como colisiones con estructuras humanas) es clave" para proteger -sobre todo- a las especies que desempeñan roles ecológicos irremplazables.

Javier Ruiz Martínez
Redactor de temas de sociedad, ciencia e innovación en la SER. Trabajo en el mejor trabajo del mundo:...