Aranceles otra vez

Barcelona

Saltan las barreras del calendario. Contra lo previsto, el próximo día 9 no habrá un acuerdo “detallado” entre EEUU y la UE sobre aranceles. Así lo ha reconocido hoy la presidenta de la Comisión, Ursula Von der Leyen. Dice que a lo máximo se alcanzará un “principio de acuerdo”, lo que antes ocurrió entre el gobierno de Donald Trump y el del Reino Unido.

Tiene razón al justificar que tres meses es muy poco plazo. En realidad, fabricar un Tratado comercial de nuevo cuño cuesta entre 4 y 7 años. Y el vínculo comercial euro-norteamericano no es un tratado, pero como si lo fuera: el grueso de relaciones hace decenios que se mantiene. Romperlas de golpe puede hacerse en un segundo. Pero poner algo sensato en su lugar, ay, eso requiere algo más.

Ahora mismo se dibujan dos tendencias entre los europeos: ceder bastante ante las presiones de Trump o defender los principios a rajatabla. Entre los que se inclinan a ceder, están los alemanes, siempre que salven el sector del automóvil. Los que prefieren fuertes represalias a demasiada concesión son los franceses.

El triste papel de la mayoría de gobiernos europeos en la OTAN aplaudiendo a quien les chantajea y desprecia quizá conduzca a augurios pesimistas en la carpeta comercial. Pero la vergüenza del insensato programa de gasto en defensa del 5% del PIB, que tragaron tan ricamente, no se debe repetir. Porque los aranceles serían para ahora mismo. Mientras que el gasto frenético y desorganizado en armas americanas es más aleatorio, tiene truco temporal: sería para 2029, cuando Trump ya no esté. Y no pueda vigilarlo