El equipo de 'SER Aventureros' relata sus trayectos más sorprendentes
"Dentro de la pickup había dos camellos" o "Había 150 chicos encima del techo del tren"

El equipo de 'SER Aventureros' relata sus trayectos más sorprendentes
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En el universo de los viajes extremos, hay historias que parecen sacadas de una novela de aventuras o de una película surrealista. Pero en SER Aventureros, esas historias son reales, vividas en primera persona por sus protagonistas. Una de las más insólitas fue la que contó José Luis Angulo, quien compartió una experiencia que desafía cualquier lógica de transporte convencional.
Todo comenzó en un pequeño pueblo de Mali, en pleno corazón del Sahel africano. Angulo y su compañero de viaje llevaban tres días varados, esperando algún tipo de transporte que los ayudara a cruzar los más de 200 kilómetros de desierto que los separaban de la frontera con Níger. "El calor era sofocante, el polvo lo cubría todo, y la sensación de aislamiento era total. No había coches, ni autobuses, ni camiones; nada, solo arena, sol y tiempo que pasaba muy lento", relató.
Pero como un milagro, la solución llegó de la manera más inesperada. Un vehículo 4x4 tipo pickup apareció en el horizonte, levantando una nube de polvo. No venía vacío: "en la parte trasera, dos camellos iban apretujados, uno junto al otro, como si fueran parte del equipaje", explica. "Era una imagen completamente surrealista, pues había dos camellos metidos en la caja de un pickup, como si fueran maletas grandes y peludas", bromeó Angulo.
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La cabina delantera del vehículo ya estaba ocupada, así que los viajeros no tuvieron otra opción que subirse al lomo de los camellos, que a su vez iban montados en el pickup. Así, en una especie de "transporte sobre transporte", recorrieron los 300 o 400 kilómetros restantes hasta llegar al primer asentamiento con algo de infraestructura.
"La experiencia fue inolvidable, pero también increíblemente incómoda", confesó. "Un camello ya es un animal difícil de montar, pero montarlo mientras él mismo va montado en un coche, con otro camello al lado, en pleno desierto… eso es otro nivel de incomodidad. Es como una especie de 'matrioska africana' del transporte".