El ingrediente perdido de la paella original que a día de hoy generaría una gran controversia: "Solo es una barrera mental"

Madrid

La paella tradicional valenciana consta de una lista de ingredientes bastante estricta. Desde el arroz - preferiblemente de tipo bomba o Sénia - hasta otros elementos como el pollo, el conejo o la judía verde plana. A esto hay que sumarle el garrofó, una variedad local de alubia blanca grande, y también otros ingredientes como el tomate triturado natural, el aceite de oliva, el agua y la sal. ¡Ah! Y no te olvides de añadirle un poco de pimentón dulce, hebras de azafrán... y, si quieres potenciar aún más el sabor, una ramita de romero que le dará ese toque diferencial.

Pero durante estos últimos años hemos sido testigos todo tipo de variaciones, a cada cual más arriesgada, que han provocado el enfado de miles de valencianos y valencianas. Especialmente en redes sociales, donde son cada vez más las personas que comparten versiones alternativas de este plato tan característico con sus seguidores y seguidoras sin saber la que le puede caer. Lo que muchos no saben es que la receta de la paella original contaba con un ingrediente que a día de hoy también generaría una gran controversia en la sociedad.

La rata como ingrediente básico

Hablamos sobre la rata de marjal, comúnmente conocida como rata de agua. Un roedor autóctono de las zonas húmedas del litoral valenciano, especialmente en la Albufera, que por aquel entonces era considerado un auténtico manjar y una fuente válida de proteína. Sin embargo, a día de hoy parece impensable que comiéramos ratas y que mucho menos fuera uno de los ingredientes estrella del plato más famoso de nuestro país a nivel internacional. Un tema sobre el que hemos hablado en Hora 25, donde la cocinera María Nicolau ha recordado que tan solo es una barrera mental y que si no comemos ratas a día de hoy es por un tema cultural: "Todas las criaturas grandes o pequeñas se han comido alguna vez en algún lugar".

El cielo azul, la creatividad y los animales

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Puede que nos parezca asqueroso o terrible comer una rata, pero seguimos comiendo conejo sin pensarlo dos veces: "Muchas de las criaturas que comemos aquí provocan muecas de horror en el resto del mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, no conciben que nos comamos los conejos porque para ellos son animales domésticos. Les parecemos unos bárbaros. Mientras tanto, los hindús rechazan la carne de ternera en todas sus formas porque para ellos es un animal sagrado".

Desde insectos hasta gusanos

Por lo tanto, no es más que un constructo cultural: "A nosotros, por ejemplo, nos chirría que en África y en algunos puntos de Sudamérica se utilicen insectos y gusanos como fuente natural de proteína". No obstante, a la hora de la verdad, comer estos animales es completamente lo mismo que comernos cualquier otro. De ahí que todo dependa de nuestro constructo social y del lugar del mundo en el que nos encontremos.

Mientras que en Estados Unidos se quedarían completamente pasmados si ven que le echamos conejo a la paella, nosotros también nos mostraríamos cuanto menos sorprendidos si nos dieran a probar un plato de saltamontes en cualquier rincón del continente africano.