Mark Parrington, científico de Copernicus: "En 10 días el fuego ha provocado más emisiones que en los años completos de las últimas décadas"
Los incendios de este mes de agosto han emitido a la atmósfera 5,5 megatoneladas de carbono, cinco veces más que la media anual en España, según los datos del servicio de monitorización atmosférica de Copernicus

Mark Parrington, científico de Copernicus: "En 10 días el fuego ha provocado más emisiones que en los años completos de las últimas décadas"
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Madrid
Es otro dato que sirve para dimensionar la oleada de incendios a la que estamos asistiendo, porque el fuego deja su rastro en la tierra en forma de hectáreas quemadas (más de 391.000 según el sistema de información europeo en el momento en el que se escribe esta crónica), pero también en el aire, con emisiones de carbono y partículas: y desde que Copernicus vigila la atmósfera europea, en España nunca se habían alcanzado niveles como los que han provocado los incendios de este mes de agosto.
"Es el total más grande de los últimos 23 años"
Las emisiones de carbono provocadas por el fuego son de récord en los 23 años de registros del sistema de monitorización atmosférica de Copernicus, como explica en una entrevista a la Cadena SER su investigador principal, Mark Parrington. "Es el total [de emisiones de carbono] más grande de los últimos 23 años", y ha ocurrido en un periodo de tiempo muy corto, "hace nueve o diez días, el incremento de emisiones es muy grande, más que los años completos de las últimas dos décadas".
El año que, hasta ahora, ostentaba la mayor cifra de emisiones por culpa del fuego era el 2022, el de los incendios de la Sierra de la Culebra, pero ha bastado la ola de calor de este mes de agosto para que el 2025 lo supere tanto en hectáreas arrasadas como en gases y partículas emitidos a la atmósfera. "La media de los últimos años es de 1,5 megatoneladas de carbono. Este año, hasta el 18 de agosto, España tiene casi 5,5 megatoneladas", explica Mark Parrington. Los incendios de estas últimas semanas han emitido cinco veces más carbono que la media de los años completos desde que Copernicus recoge estos datos.
"El efecto tiene más distancia, hasta 100 y 200 km"
Como consecuencia de los gases y las partículas que se generan en los incendios, la calidad del aire en gran parte de España, advierten desde Copernicus, se ha deteriorado con concentraciones de partículas en suspensión "muy por encima" de las que recomienda la Organización Mundial de la Salud. Contaminantes que en el centro de monitorización están detectando a mucha distancia de los focos, como cuenta Parrington. "Hay muchos gases [en los incendios] que son tóxicos y son peligrosos para la salud de los humanos. Con la intensidad de los incendios hay una acumulación de humo y con los vientos el efecto tiene más distancia, hasta 100 o 200 kilómetros", aunque el riesgo para la población, recuerda el investigador, es mayor siempre cuanto más cerca del foco.
Usar mascarilla y si el malestar persiste, ir al médico: los consejos de los neumólogos
Estas emisiones de récord registradas por Copernicus pueden tener "graves consecuencias para la salud", como explica el doctor Javier de Miguel, neumólogo del Hospital Gregorio Marañón. "A corto plazo, irritación de ojos, nariz, garganta, tos, dificultad para respirar, falta de aire, dolor en el pecho, taquicardia, cansancio", enumera el especialista, que recomienda el uso de mascarilla si es inevitable salir a la calle en un lugar con la calidad del aire afectada por el humo. "En lugares muy alejados de los focos vemos restos de ceniza en los muebles, en el suelo, en los cristales... Todo esto es susceptible de inhalarlo", añade Cristina Martínez, especialista de la Sociedad Española de Neumología (SEPAR).
Los expertos recomiendan cerrar bien las ventanas en zonas expuestas y el uso de mascarilla ("una tipo N95", concreta el doctor de Miguel) y recuerdan que todas las personas son susceptibles de sufrir afecciones por la exposición a los incendios, aunque las más sensibles son los niños y niñas, las personas con patologías previas respiratorias o cardiovasculares, mayores y embarazadas. Además, animan a quienes sientan que los efectos del humo sobre su salud persisten a ir al médico, porque "la inhalación de partículas va a producir una cascada inflamatoria en las vías aéreas y quizás es necesario un tratamiento o valoración de su médico o su neumólogo", como explica Cristina Martínez.




