La ola de incendios, en cifras: España supera un agosto extremo
El Ministerio del Interior, en colaboración con Protección Civil, ha emitido un informe detallado sobre el impacto de los incendios forestales durante el mes de agosto

Bomberos intentan extinguir un incendio en Pepín (Ourense) / Pablo Blazquez Dominguez

Madrid
El mes de agosto de 2025 ha dejado una huella devastadora en los montes y bosques de España. Con más de 300.000 hectáreas calcinadas y decenas de grandes incendios forestales activos, el país ha vivido una emergencia ambiental sin precedentes, agravada por condiciones meteorológicas extremas y una huelga que amenaza los servicios de extinción aérea de incendios.
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Agosto marcado por el fuego
Desde el 1 al 30 de agosto, se han registrado 93 incendios forestales en situación operativa 1 y 2, de los cuales 59 alcanzaron el nivel SO2, el más grave. El día más crítico fue el 18 de agosto, cuando se contabilizaron 23 incendios simultáneos en nivel SO2, con especial incidencia en Castilla y León (12) y Galicia (5).
La superficie afectada se estima en 300.000 hectáreas, aunque las cifras oficiales aún están pendientes de consolidación por parte de las comunidades autónomas.
La respuesta institucional
Durante este periodo, se celebraron 19 reuniones del Comité Estatal de Coordinación y Dirección (CECOD), una por cada día entre el 12 y el 30 de agosto. Además, 13 comunidades autónomas activaron sus planes especiales de protección civil para emergencias por incendios forestales.
La Unidad Militar de Emergencias (UME) intervino en 47 operaciones en apoyo a ocho comunidades, movilizando 5.772 militares y 2.138 medios. El Ejército de Tierra realizó 494 descargas de agua con helicópteros, mientras que el Ejército del Aire transportó 568 efectivos en 80 horas de vuelo.
El papel de la AEMET
La Agencia Estatal de Meteorología ha sido clave en la gestión de la emergencia. Emitió 348 boletines especiales entre el 11 y el 30 de agosto, más del triple que en todo 2023 y 2024. Castilla y León fue la comunidad que más los solicitó, con 307 boletines, de los cuales 200 se concentraron en la provincia de León. Además, se desplegaron 297 efectivos de AEMET para asumir tareas de asesoramiento y predicción meteorológica en los centros de coordinación.
Un verano con temperaturas extremas
La ola de calor que se extendió del 3 al 18 de agosto ha sido la más intensa y la tercera más larga desde 1975. Cuatro días (11, 12, 16 y 17 de agosto) marcaron récords históricos de temperatura media. Las altas temperaturas, la baja humedad y los vientos cambiantes dificultaron la estabilización nocturna de los incendios, especialmente en el noroeste peninsular, donde apenas llovió.
AEMET ha señalado que el verano de 2025 podría superar al de 2022 como el más cálido desde que existen registros, con un elevado número de avisos por fenómenos meteorológicos adversos desde junio.
Medios desplegados
El Ministerio para la Transición Ecológica movilizó hasta 53 medios aéreos en un solo día, cifra que ascendió a 57 con el apoyo internacional. Por su parte, Castilla y León registró el mayor despliegue autonómico, con 33 medios aéreos operando simultáneamente. También se activaron 11 brigadas forestales, incluyendo las 10 BRIF y la Brigada de Labores Preventivas (BLP) de Ruente.
Huelga tras la emergencia
En medio de esta situación crítica, los pilotos de Pegasus Aviación iniciaran el 1 de septiembre una huelga que se prolongará durante cinco meses si no se llega a un acuerdo. La protesta, convocada por el Sindicato Libre de Trabajadores Aéreos (SLTA), denuncia condiciones laborales precarias, pérdida de poder adquisitivo, falta de conciliación y fatiga acumulada.
La huelga afecta a más de 200 pilotos y copilotos y pone en riesgo servicios esenciales como la extinción aérea, el rescate marítimo y el transporte sanitario en comunidades como Andalucía, Castilla y León, Cataluña, La Rioja y Canarias.
Agosto de 2025 ha sido un mes límite para la gestión de incendios forestales en España. La combinación de factores meteorológicos extremos, la magnitud de los siniestros y la presión sobre los servicios de emergencia han puesto a prueba la capacidad de respuesta del Estado. La huelga de pilotos añade un elemento de incertidumbre que podría comprometer futuras operaciones si no se alcanza una solución urgente.




