Igualdad no abrió expediente a la empresa de las pulseras: "Es un sistema complejo y las incidencias siempre se van a producir, pero las pulseras funcionan bien y salvan vidas"

Madrid

La polémica sobre las pulseras de vigilancia de mujeres continúa vigente en el panorama mediático actual. La crisis provocada por el apagón de datos en estos dispositivos llegará esta semana al Congreso de los Diputados, tras las acusaciones de juristas o asociaciones feministas, que aseguran que esta situación sí que dejó desprotegidas a las víctimas.

Desde el Gobierno español y el Ministerio de Igualdad se minimiza el impacto de estas incidencias asegurando que las mujeres estuvieron en todo momento protegidas y que loa apagones sole afectaron a un 1% de los casos.

La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha vuelto a defender en Hora 25 que los dispositivos funcionan correctamente y que las víctimas han estado protegidas.

¿Usted puede garantizar hoy que las pulseras contra el maltrato funcionan bien?

Las pulseras funcionan bien y salvan vidas todos los días. Es más, no hay ninguna mujer que haya llevado el dispositivo y haya sido asesinada con el dispositivo.

Es terriblemente irresponsable y ruin utilizar a las víctimas como ariete político. Alguien tendrá que dar explicaciones, desde luego. No es la primera vez que el PP utiliza a las víctimas para atacar al Gobierno.

Lo vimos con las víctimas de ETA y con las víctimas del 11M, ahora les ha tocado a las víctimas de violencia de género, pero es irresponsable, ruin e intolerable utilizar a las víctimas para hacer oposición destructiva al gobierno español.

Miguel Tellado, el número dos del PP, acaba de escribir pidiendo su dimisión. Dice, "Ana Redondo está incapacitada para continuar en el cargo y Pedro Sánchez no puede seguir callado ante este escándalo, las víctimas merecen respeto y las mujeres españolas un gobierno que no las utilice y no las ningunee.

La oposición destructiva e irresponsable, ruin y mezquina, está utilizando a las víctimas para hacer oposición al gobierno de Pedro Sánchez. Les da exactamente igual las víctimas, su dolor y su miedo. Además, han montado toda esta campaña sobre en bulos y mentiras.

Se ha dicho, por ejemplo, que las pulseras eran de AliExpress, otra mentira. Son propiedad del Ministerio y están suministradas por una empresa española, son dispositivos homologados. Se ha dicho también, absolutamente falso, que los datos los tenía no sé qué empresa israelí. Es otra falsedad, son propiedad del Ministerio.

¿Cuánto tiempo duró esa falta de acceso a los historiales?

Esa falta de acceso a los historiales no fue tal cual en todos los casos. Fue una migración compleja que duró hasta, prácticamente, noviembre de 2024. Por lo tanto, todos esos incidentes se resolvieron, se estuvo sobre ellas, se respondió y se aplicaron todos los protocolos.

Son protocolos muy complejos, loque hace el programa Cometa es llamar a la víctima para comprobar que está bien, luego se llama a las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado más cercanas y, a continuación, se pregunta al maltratador para saber dónde está y qué está haciendo.

Le quiero preguntar por la horquilla temporal, si el contrato se adjudicó en noviembre de 2023, ¿ese negro duró un año?

El negro no duró un año, porque la empresa anterior siguió trabajando y cuando se produce esa migración de datos es, próximamente entre junio y noviembre. Entre junio y noviembre es cuando se produce el mayor número de incidencias.

¿Cinco meses sin poder acceder a esos historiales?

Son datos que estaban encriptados y que fue complejo trasladarlos a la nueva base de datos.

¿Qué falló? ¿Fue por culpa de la empresa que perdió el contrato? ¿De la empresa nueva?

Son incidencias técnicas de un sistema muy complejo. Por lo tanto, lo que siempre hemos hecho es estar al tanto, responder y solucionar los problemas técnicos que detectamos. Por ejemplo, el sistema no discrimina si un acercamiento es doloso o fortuito. Es decir, un agresor puede pasar cerca de la víctima en un autobús y pita la alerta porque se ha traspasado el número de metros que establece la sentencia.

Eso supone una incidencia y las incidencias de ese tipo se pueden producir, aunque un ningún momento pone en riesgo a la víctima. Este tipo de incidencias se resuelven con protocolos: se llama a la víctima, se llama al agresor y se llama a la Policía.

¿Le consta que hubiera absoluciones por falta de acceso de los jueces a esos datos?

No, no me consta. Creo que la Fiscalía cuando habló en su memoria de un número importante de casos tuvo que rectificar inmediatamente. Es muy difícil detectar que esas incidencias llevaran a la absolución.

Además, no son los únicos métodos de prueba. Cuando se produce un procedimiento por quebrantamiento de condena hay otros medios de prueba, como el atestado policial o la testifical de alguna de las trabajadoras de Cometa. Cuando se produce ese procedimiento por quebrantamiento de condena es porque la pulsera funcionó bien.

Esos procedimientos son, precisamente, la prueba de que las pulseras han funcionado perfectamente

¿Se sabe en cuantos procedimientos judiciales un juez pidió esos datos, pero no tuvo acceso a ellos?

Lo hemos pedido a la Fiscalía y al Consejo general del Poder Judicial. Esta misma tarde hablaba con la presidenta del Observatorio y me decía que no es fácil porque esos datos no están segregados, por lo que no es fácil llegar a una conclusión plausible.

Esos datos no están a disposición, sino la Fiscalía los hubiera dado en su memoria. Sin embargo, da una opinión. Nosotros hemos solicitado esos datos porque a nosotros no nos consta que, en quebrantamientos de condena, la causa para poner en libertad al agresor hayan sido estas incidencias técnicas. Hay otros muchos elementos que el juez tiene que valorar para poner en libertad a un maltratador.

¿Cómo cuadra que usted diga que no tiene los datos cuando la semana pasada hablaba de menos del 1%?

No, nosotros nos reunimos inmediatamente para valorar estas cuestiones y, aproximadamente, nos dijeron que tenía que ser un número muy menor, porque a nosotras no nos consta que se hayan producido ese tipo de absoluciones.

¿Quen se lo dijo?

La responsable del sistema Cometa, que es la delegada contra la violencia de género. Este es un servicio conectado con la Delegación Contra la Violencia de Género y son quienes tienen todos los datos y el seguimiento de las incidencias que se puedan producir.

¿Cree que las dos empresas actuaron bien en el traspaso del intercambio?

El problema que se produjo es que, durante muchos años solamente una empresa lo ha gestionado. Por lo tanto, cuando hay un cambio tan importante en un servicio tan delicado, en un servicio en el que se necesita discreción para proteger a las víctimas. Cuando hay un cambio tan importante pueden producirse algunas incidencias técnicas.

¿La empra saliente puso todo de su parte para facilitar el traspaso?

No me consta que no lo hiciera. Me consta que era un trabajo muy complejo y que también influyó que estábamos pasando al 5G.

¿El sistema ha ido a peor a raíz del cambio de empresa de Telefónica a Vodafone?

Creo que en el momento en el que se solventaron todos esos incidentes, todas las mejoras técnicas del anterior contrato han dado sus frutos. Por ejemplo, permiten una mayor autonomía a las víctimas, hay un botón del pánico, una mejor localización...

Hay una mejora permanente del sistema desde 2009. Ahora, sacaremos una nueva licitación y en esos pliegos que ya estamos trabajando, incorporaremos mejoras para seguir ofreciendo a las víctimas la mejor calidad técnica del servicio.

¿Cómo pueden asegurar que en la próxima transición no se van a producir nuevas disfunciones?

No podemos garantizarlo al 100%. Esto es una tecnología y todas las tecnologías pueden tener fallos. Lo que vamos a hacer es un seguimiento, como hemos hecho hasta ahora. Hemos hecho un seguimiento día a día y las reuniones han sido permanentes, prácticamente todas las semanas, hasta que se resolvieron los incidentes.

¿Cómo podemos garantizarlo? Con ese trabajo y con los resultados. Hemos pasado de 1.800 dispositivos puestos en 2018 a más de 4.500, actualmente. Eso significa que hay muchas más mujeres protegidas y que el sistema judicial confía más en este sistema que evita asesinatos por violencia de género.

El Observatorio Contra la Violencia de Género ha hecho público que les enseñaron los fallos de la pulsera en enero y febrero. Los testimonios de mujeres que devolvieron las pulseras y se sentían desprotegidas son horribles. Esto es preocupante.

Es preocupante, pero hemos estado en todo momento sobre cada una de las incidencias. Se ha respondido, se han aplicado los protocolos y se ha intentado responder con la mayor brevedad posible. Hay veces que el sistema no discrimina si es un acercamiento doloso o casual. Ahí la víctima tiene que soportar ese pitido. Hemos intentado estar cerca de las víctimas en todo momento. Es un sistema muy complejo.

Hemos leído en 'El País' un email que un trabajador mandó a la Delegación del Gobierno contra la violencia de género el mayo pasado, diciendo que no había mejoras.

Eso no es verdad. Es un extrabajador que habrá tenido algún problema con la empresa. Hemos estado encima, hemos tenido reuniones con la empresa y las víctimas. Se ha hecho todo lo que se ha podido hacer para arreglar esas incidencias técnicas, que yo no niego.

Los errores que denuncian los trabajadores de que la posición a veces se quedaba congelada, que había saltos en la posición, imprecision geográfica... ¿Esos errores están solventados?

Sí. Esas incidencias que se pudieron producir con una empresa nueva que entraba a gestionar un servicio tan complejo se resolvieron. Hoy, el sistema funciona con total normalidad y seguimos mejorando. Y hablaremos en mayo de un nuevo contrato y de dispositivos mejores. Es un sistema complejo y las incidencias técnicas siempre se van a producir.

¿Se abrió algún expediente a la empresa adjudicataria por estos errores graves?

Estuvimos encima permanentemente de la empresa para ayudar a aportar soluciones y resolver las incidencias con la empresa lo antes posible.

¿Estuvo reunida con el CEO de Vodafone en mayo?

Si, le trasmití que se habían puesto todas las soluciones encima de la mesa, que había un gran número de incidencias que se iban solucionando. Y que, a pesar de los problemas de cambio de contrato, en este momento las soluciones se habían puesto encima de la mesa y que la seguridad del sistema cometa estaba garantizada.

Las mujeres están protegidas. Hay una confianza en el sistema, que ahora tiene a 4.500 mujeres. Ahora se intenta destruir con lo que nos ha costado. El PP con este bulo intenta que se sospeche de que el sistema no es bueno.