Nabil Al-Raee, director: "Reconocer el Estado palestino es un gesto hermoso, pero hay que detener la matanza"
'Atrapado en la esperanza' es el título de la obra del actor y director Nabil Al-Raee, que estrenará en noviembre en Teatro del Barrio, un monólogo que mezcla su historia personal de refugiado con los hitos históricos de la resistencia palestina contra la ocupación

Nabil Al-Raee, director: "Reconocer el estado palestino es un gesto hermoso, pero hay que detener la matanza"
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Apenas han pasado unas horas desde que el presidente francés Emmanuel Macron reconociera la existencia de un estado palestino en la sede de las Naciones Unidas en Nueva York, como respuesta a la masacre que está sufriendo la Franja de Gaza desde hace dos años. Es en este contexto político cuando charlamos con el actor y director palestino Nabil Al-Raee, nacido en el campo de refugiados de Arroub y que actualmente vive en Jenin, fundador de la compañía 'The Freedom Theatre', con la que viaja por el mundo, convencido del poder transformador de la cultura.
Nabil Al-Raee acaba de llegar a España para presentar la obra 'Atrapado en la esperanza. Trapped in hope', una indagación en su propia experiencia personal y profesional, atravesado por la historia de Palestina. Teatro de resistencia que nos invita a reflexionar sobre la construcción de narrativas, el uso del lenguaje y la mirada de Occidente. La obra podrá verse en Teatro del Barrio en Madrid, el estreno está previsto el próximo 19 de noviembre.
¿Cómo está la situación en estos momentos?
"Es muy difícil de describir, pero yo diría que es muy difícil toda la situación entre Gaza y Cisjordania. Nunca la ocupación israelí había alcanzado un punto tan alto. Lo han usado todo desde hace mucho tiempo para acabar con la idea de que podamos estar esperanzados. Hacen todo lo posible para quitarnos esa idea y hacernos sentir que no seremos libres, pero creo que a medida que se hace más difícil, más cerca está la libertad".
Acabas de llegar a España tras esa histórica reunión de las Naciones Unidas en la que Francia ha reconocido al Estado palestino. La mayoría de los países lo han hecho, aunque sin el apoyo de Estados Unidos. Es un paso, pero ¿crees que estos gestos diplomáticos sirven para algo?, ¿realmente cambian algo sobre el terreno, en el día a día de la población palestina?
"Sigo diciendo que es realmente un gesto hermoso reconocer a Palestina como estado, pero lo más importante es detener la matanza. ¿Podemos detener la matanza primero?, ¿podemos detener este genocidio?. Ahora mismo, en este momento, está muriendo gente, que está siendo asesinada. Así que creo que sí, es importante y nos da esperanza a todos los que estamos en Palestina, pero si ponemos nuestra energía en ejercer presión para detener lo que está ocurriendo ahora mismo en Gaza y Cisjordania, sería fantástico, la gente podría disfrutar de este reconocimiento de una manera mucho mejor".
La pieza que traes aquí al Teatro del Barrio es un monólogo en el que mezclas tu historia personal y la historia del Freedom Theater en Cisjordania. Es una mezcla de historias personales que nos permiten hacernos una idea de cuál es esa historia global que quieres contar. Es un viaje atravesado por los acontecimientos históricos de la resistencia palestina contra la ocupación. ¿Cómo surge esta obra?
"La idea surgió después de trabajar juntos, con mis amigos Juan (Ayala) y Miguel (Oyarzun), en un proyecto diferente, llamado 'The Wall'. Y después de este proyecto, empezamos a pensar juntos en lo que se puede hacer aquí en España y en otros lugares. Y se me ocurrió esta idea mientras discutíamos 'Atrapados en la esperanza'. Porque les dije que, como persona, siento que estoy atrapado por la esperanza. Y este título hace que la gente piense, ¿estamos atrapados en la esperanza, en una falsa esperanza o en una esperanza real?. Y la respuesta, por supuesto, la puedes encontrar a través de la obra. Pero este trabajo realmente trata de presentar una historia personal dentro de la historia de Palestina. Porque creo que todos, como seres humanos, somos una historia que queda por contar. Es una forma de comunicarnos a través del arte y de contar la historia y compartirla. Y a partir de ahí, las personas pueden escuchar esa historia y evaluarse a sí mismas e imaginarse a sí mismas en el lugar de los demás. Porque creo que vivimos en una época en la que muchas personas están solas y encerradas en su individualidad. Esto es lo que el mundo nos ofrece y yo lo que creo es que solo podemos vivir si estamos juntos y compartimos nuestras historias".
¿Qué importancia tiene la construcción de la narración?, ¿cómo afecta a la historia de Palestina la construcción de narrativas?, ¿cómo hiciste para contrastar una narración alternativa?
"Es una muy buena pregunta porque creo que lleva a una investigación que he estado realizando durante muchos años sobre el poder de la narrativa. ¿Cómo se puede proteger esta narrativa o cómo cambia con el tiempo?. Porque una narrativa puede cambiar incluso a nivel personal. Imagina que cogemos la historia de toda una nación y la cambiamos. En la obra, les presentamos una narración que quizás sea la primera vez que la gente escucha, porque durante muchos años se ha construido una narrativa que es la única que la gente ha escuchado y se ha creído. Pero, ¿qué es lo importante de la obra?. Porque al final de la obra le diría a la gente: ¿te ha gustado?, ¿te he tocado algo?. Y podrían decir: sí, sí, nos gustas. Y yo les respondería: muy bien, pero tengan cuidado porque puede que esté mintiendo. Puede que os haya engañado. No te fíes de mis palabras y creas lo que te he presentado. Ve a casa, haz tu trabajo. Tu trabajo es investigar. No porque te guste, te vas a tragar mi narración. Y así como el arte puede ser una herramienta poderosa, en realidad, una forma sólida de proteger esas narrativas. También el arte puede jugar con la narrativa y cambiarla, de acuerdo con los intereses de cada individuo. Por eso siempre digo que sí, venimos con una narración, os la presentamos, pero también depende de ustedes investigar si esa narración es cierta o no. Porque una persona puede mentir, pero no puede mentir para siempre, ¿verdad?. Y el mundo se ha tragado la narrativa, esta narrativa construida durante tantos años. Y creo que éste es el momento en el que la gente se está despertando y está empezando a entender que era una gran mentira".
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Es muy interesante ese juego que haces en la obra para poner el acento en Occidente, la manera que tenemos de utilizar las palabras, por ejemplo usamos conflicto en lugar de hablar de ocupación, el desconocimiento de lo que fue un día el Estado palestino...
"Tienes toda la razón, porque una palabra puede cambiar la naturaleza de toda una narración, o una perspectiva, ya sabes, porque cuando te refieres a lo que está sucediendo en Palestina como un conflicto, eso significa que estás poniendo a dos bandos iguales, peleando por una cosa que ambos escriben. Pero cuando se habla de una ocupación y este es el punto de partida, se refiere a la sustitución de un proyecto colonial para reemplazar a la gente de allí, se refiere a la historia de una manera diferente. Verás la historia de una manera diferente. Y eso es exactamente lo que pretendía hacer con la obra, presentar al público lo más que pueda, hechos y narraciones, desde donde puedan empezar e investigar. Porque si les digo y, estoy de acuerdo con ellos, en que se trata de un conflicto, creo que no es el enfoque correcto. Y esto no es lo que está pasando en Palestina. Lo que está ocurriendo en Palestina ha sido un proyecto de limpieza étnica durante más de 76 años, hasta hoy. Como refugiado, soy de una aldea de la que echaron a mi familia en 1948. Y todavía tenemos los documentos correspondientes, los documentos de nuestras tierras, los documentos oficiales. Y ya que mencionaste el estado, sí, Palestina lo era. Un lugar, un país, un estado, hace mucho tiempo, donde vivía la mayoría de la gente, como he mencionado antes, musulmanes, judíos, cristianos, drusos, armenios, todos venían allí y vivíamos en armonía y paz. ¿Cuándo empezamos nuestra lucha?. Empezamos nuestra lucha desde que el proyecto sionista comenzó a reemplazar a los palestinos por israelíes para apoderarse de nuestro país y nuestro lugar. Por eso es tan importante abrir la cuestión, al menos, o por eso el arte en general es tan importante, porque es una plataforma en la que la gente puede debatir. No tienes que estar de acuerdo conmigo, pero al menos permites que te lo diga y escucharme. Hace muchos años que no se nos escucha. Y ahora, este es el momento".
La obra sirve también para hablar de la imagen que tenemos de los refugiados. Tú eres refugiado, Nabil. ¿Qué idea crees que se tenemos de vosotros, los refugiados?
"No se trata de culpar a la gente. Se trata de lo que instalamos como imagen de una persona determinada en una situación determinada, de los clichés que dibujamos sobre una persona. Pero tal vez eso se deba a que las personas no vivieron la situación de los refugiados, por lo que no lo saben. Y tienen una idea general de que un refugiado está en la ruina. Triste, sucio, que no tiene adónde ir. La otra parte dice que sí, somos víctimas de la opresión, pero somos responsables de nuestras vidas. Eso significa que tengo que reírme, me reí y jugué mucho cuando era niño. Soñé mucho. Y sigo soñando. Yo también tengo esperanzas. Y encuentro mi camino en el arte. Así que cuando dibujas una imagen sobre un refugiado, dibújala como una imagen completa. No te pierdas nada. Y en esta obra, intentamos decirles que sí, que esas imágenes pueden tener razón. Lo que proyectaste son imágenes correctas. Pero piensa en la otra cara de la historia. La gente quiere encontrar siempre la manera de tener esperanza. Siempre. Un preso al que le condenan a cadena perpetua siempre soñaría con la libertad porque ésa es su supervivencia, ya sabes, esperar la libertad. Y eso es lo que le pasa a los presos palestinos. No hay que olvidarlos porque son una figura importante en nuestra vida y una parte importante de nuestra lucha como palestinos. Hoy en día, hay más de 17.000 presos en Israel. Y no quiero olvidarlos porque llevan una vida muy, muy dura dentro de las prisiones israelíes. Pero estoy seguro de que, mientras estoy sentado con ustedes, tienen muchas esperanzas. Tienen muchas esperanzas de que la libertad esté muy cerca".
Lo hemos visto en Venecia con la película 'La voz de Hind', parece que en Hollywood, que algunas estrellas comienzan a movilizarse. Has trabajado mucho a nivel internacional como actor en la compañía. Eres de los que están convencidos de ese poder transformador del arte y la cultura. ¿Por qué crees que ha costado esa pronunciación, que haya una protesta que realmente alce la voz contra el genocidio por parte del mundo de la cultura?
"La libertad no es una etiqueta y mucho menos una etiqueta individual. Cuando hay gente libre, no tienes miedo. Estás protegido. Y creo que hay mucha gente libre en todo el mundo. Parte de ellos, esos actores valientes se pronunciaron para decir la verdad y llamar a lo que está ocurriendo en Palestina con el nombre correcto: un genocidio. Lo que está ocurriendo ahora mismo es un genocidio. Esto también me da esperanza como artista, como actor, porque está rompiendo todo el sistema. Durante muchos años, la industria de Hollywood mencionó ciertas cosas, pero se olvidó de muchas otras cosas intencionadamente porque son parte de la historia. Y quiero recordar algunas cosas a la gente de todo el mundo, no solo en Palestina, sino también aquí en España. ¿Qué aprendimos de la guerra de Vietnam?. Aprendimos la guerra de Vietnam a través de Hollywood, a través de las películas que se nos presentaron en Hollywood. Así que son una parte importante. Y ahora que la gente, los actores, los artistas dan un paso para alzar la voz, eso es realmente romper el sistema, diría que nunca es demasiado tarde. Estoy muy contento de que haya gente increíble, y ya que estoy aquí tengo que mencionar a Javier Bardem y enviarle todo mi cariño porque lo quiero incluso antes de su postura sobre Palestina. Es tan importante lo que está haciendo ahora mismo. Y se van a dar muchos pasos. Todo comienza con una sola voz, pero ésta va creciendo hasta convertirse en muchas pequeñas voces".
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Vives en Palestina, y quieres continuar en Palestina. Es un compromiso político y personal. ¿Cuál es la forma de salir de esta situación? ¿Usted es optimista, de los que todavía creen que hay esperanza?
"Absolutamente, por supuesto. La situación tiene que ponerse fea para mejorar. Siempre he creído en eso. Creo que estamos en un momento, que es muy, muy oscuro, pero no va a durar para siempre. Vivimos allí, hemos perdido a mucha gente, he estado en prisión pero como muchos de mis amigos, mi familia y mi comunidad, nunca hemos perdido la esperanza. Es por eso que nuestra lucha aún tiene voz. Así es como ahora se reconoce a la gente, lo que está sucediendo en Palestina es algo diferente, que se aleja de la narrativa que se les presentó. Quiero volver porque soy una persona responsable y no pienso en mí mismo. No tengo un sueño personal. Mi sueño personal se fusionó con nuestro sueño colectivo, que es nuestra libertad palestina, nuestra lucha palestina. Por eso siempre quiero volver. También soy viajero. Me encanta conocer gente, conocer diferentes culturas. Me gusta venir a visitar España, pero siempre quiero volver porque tengo un lugar, tengo un país llamado Palestina".




