El teléfono escacharrado que provocó que los unicornios acabaran apareciendo en la Biblia
El Antiguo Testamento dio para muchas historias

El teléfono escacharrado que provocó que los unicornios acabaran apareciendo en la Biblia
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Madrid
El unicornio es un ser mitológico que simboliza la pureza y la castidad. Un caballo extraordinario, con un cuerno en su frente, que siempre ha estado presente en el imaginario colectivo a pesar de que nunca llegara a existir realmente. ¿Y por qué es tan popular? El origen de este ser mitológico se remonta hasta hace más de 4.000 años en el Valle del Indo, donde se han encontrado distintos sellos con la figura de un animal de un solo cuerno. Pero si hay alguien que popularizó la historia de este ser en Occidente fue el erudito griego Ctesias, quien describió a esta bestia en el siglo V a.C como un animal natural de India que era único en su especie.
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Por aquel entonces, Ctesias describió al unicornio como un "asno salvaje" (onagro) muy grande y rápido. Una bestia de cuerpo blanco y cabeza púrpura, que llamaba la atención por un cuerno tricolor de lo más singular. Lo que pasa es que, con el boca a boca y el paso del tiempo, aquel asno salvaje acabó convirtiéndose en un caballo blanco de lo más singular que poco o nada tenía que ver con aquellos rinocerontes indios en los que se inspiraba realmente el animal.
El teléfono escacharrado
Una bestia salvaje que llegó incluso a aparecer en la Biblia. ¿Cómo? Si nos vamos a las traducciones antiguas del Antiguo Testamento de la Biblia, concretamente a la de la Reina-Valera en sus versiones clásicas 1909 o 1960, veremos que se nombra al unicornio en numerosas ocasiones. Y todo ello por culpa de un fallo de traducción que dio validez a estas criaturas durante siglos. Un tema sobre el que hemos hablado en el último programa de Serendipias, donde Ignacio Crespo nos ha contado la que sin duda alguna es una de las grandes anécdotas de la Sagrada Escritura.
En declaraciones a la Cadena SER, el presentador del programa explica que el problema parte de un error de interpretación con el término Re'em. Una palabra, originalmente hebrea, que hacía alusión a un animal real, grande, salvaje e indomable que era conocido por su gran fuerza y sus cuernos. Años más tarde, los eruditos modernos llegaron a la conclusión de que la Biblia se estaba refiriendo al uro, un tipo de buey salvaje gigante de lo más singular.
Del Re'em al unicornis
Sin embargo, cuando los eruditos judíos tradujeron la Biblia hebrea al griego, no tenían del todo claro qué animal era realmente el Re'em. De ahí que decidieran rebautizarlo como monokerōs, que se traduce al castellano como animal de un solo cuerno. Y como si de un teléfono escacharrado se tratase, el animal de un solo cuerno pasó a ser considerado como unicornis cuando San Jerónimo tradujo la Biblia al latín. Por lo tanto, y después de que se tradujera por primera vez a idiomas modernos como el inglés o el castellano, estos acabaron mostrándose en el Antiguo Testamento como unicornios.

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Un error que se ha subsanado en las versiones más modernas de la biblia, en las que los unicornios han sido sustituidos por un toro salvaje o incluso por un búfalo: "En las traducciones realmente menos poéticas y más rigurosas hablan de búfalos y bueyes, pero los rinocerontes también están ahí".

David Justo
(Astrabudua, 1991) Periodista especializado en tecnología que aborda la vida digital desde otro punto...




