"Siempre hago lo mismo": el desayuno típico de Miguel Maldonado en los hoteles y lo que siempre se acaba llevando de extranjis
El humorista murciano dio a conocer su "ritual" en la última entrega de 'Sastre y Maldonado'
"Siempre hago lo mismo": el desayuno típico de Miguel Maldonado en los hoteles y lo que siempre se acaba llevando de extranjis
Una de las cosas que más le suele gustar a la gente cuando se va de vacaciones a un hotel es poder disfrutar de la gran variedad de comida a la que pueden optar en los desayunos del bufé: huevos revueltos, bacon, tostadas, fruta, zumo... son algunos de los productos más típicos con los que suelen contar este tipo de establecimientos.
El desayuno en los bufés fue uno de los temas que generó debate entre José Luis Sastre y Miguel Maldonado en la última entrega de Sastre y Maldonado.
El humorista murciano dio a conocer su "ritual" cuando desayuna en un hotel. "Siempre hago lo mismo, no hago ningún tipo de cosa rara", comienza explicando. Sastre, de manera curiosa, le preguntó qué era lo que siempre desayunaba.
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"Dos tostadas de pan con tomate y aceite, con pan de semillas; si no, el que tenga mejor aspecto", argumenta Maldonado, que afirma que nunca elige pan blanco, ya que asegura que es "una persona decente y un caballero que se viste por los pies". Y yo cojo el pan de las personas".
Para reafirmar su respuesta, Maldonado considera que "si fuera un pájaro o un gato recién nacido, sí cogería este tipo de pan".
Ante la risa de Sastre, el murciano continuó recitando su desayuno: "Huevos revueltos, pavo y queso fresco. Un yogur natural con un 'chorrito' de confitura de fresa y semillas".
Huevos revueltos 3x06
Cuando parecía que el desayuno no se podía completar más, Maldonado enumeró los últimos productos que siempre escogía. Un plátano, un zumito de naranja y, impepinablemente, robo un huevo duro en el bolsillo".
Tras enumerar cada uno de los alimentos que elegía para desayunar, Maldonado destacó los huevos revueltos como su producto favorito, pero aseguró que había algo en los bufés que le gustaba más que esto: el silencio. "Yo lo que más aprecio de ese desayuno es estar en silencio absoluto. No hablar con nadie", comienza argumentando.
Entonces, cuando ese buffet dispone de personas que hacen huevos en directo, me gusta porque está más rico, pero lamento profundamente el tener que ir a interactuar con esa persona y decirle hola, buenas, 'me puedes hacer unos huevos revueltos'".