Esto es lo que estás comunicando a los camareros con lo que haces con los cubiertos sin darte cuenta
Señales sin necesidad de expresarte verbalmente

Cubiertos en un plato / mikroman6

Quizá pensemos que cuando vamos a una comida tan solo tenemos que sentarnos a disfrutar de los platos y pasar un rato agradable con la compañía que hemos elegido, y realmente es así, pero hay una serie de pautas de comportamiento que vienen de las altas esferas desde hace muchos años que marcaron cómo hemos de actuar en veladas que quizá sean algo más exclusivas. Obviamente, no es lo mismo una cena familiar que una más formal, pero para estas últimas aún existe aquello a lo que se le llama protocolo.
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Hace unos años, en Hora 25 de Cadena SER, Aimar Bretos charló con Carlos Fuente Lafuente, doctor en protocolo de la Universidad Camilo José Cela y vicepresidente del Observatorio Profesional de Protocolo y Eventos, el cual respondió a una serie de preguntas en este sentido. Por ejemplo, resolvió la duda sobre si se puede comer pan antes de que traigan los platos, contestando afirmativamente: "Sí, por dios, todo lo que está puesto en la mesa es para comer. Si el pan está puesto, se puede comer".
Y es que, aunque pensemos que todos esos rituales protocolarios son cosa del pasado, aún hay varias acciones que pueden dar información a los trabajadores del restaurante al que vayamos. Así lo afirman en Chip, que repasa el llamado lenguaje de los cubiertos. Este consiste simplemente en la colocación concreta del cuchillo y el tenedor para transmitir un mensaje al camarero sobre cuáles son las intenciones que tenemos en cada momento, todo sin palabras. Eso sí, afirman que el significado puede variar según el país, aunque hay una serie de posiciones bastante generalizadas.

Cómo come... una experta en protocolo
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La posición de los cubiertos
Aseguran que esto viene de la alta cocina y goza de un gran reconocimiento interno dentro del mundo de la gastronomía y la restauración. Todo consiste en utilizar el plato como si fuera un reloj, con cuchillo y tenedor cumpliendo la función de las manecillas. De esta forma, según 'a la hora' que lo dispongamos, estaremos transmitiendo un mensaje para que la persona que nos atienda sepa perfectamente cuáles son nuestras intenciones sin tener que verbalizarlas.
- Hacer una pausa en la comida. Explican que para indicar que se quiere hacer un descanso de comer, se colocan los mangos del cuchillo y el tenedor aproximadamente a las 8 y las 4 en punto, "lo más lejos posible de la comida en el plato". Es decir, nuestro reloj particular debe marcar entonces aproximadamente las 8:20.
- Usar los mismos cubiertos. Cruzar cuchillo y el tenedor en el medio del plato de manera que los mangos queden en el borde del plato a las 5 y a las 7 en punto indicará que se desea seguir usando los cubiertos que ya ha usado y/o que desea una segunda porción.
- No te gustó. Para mostrar disconformidad, el cuchillo y el tenedor se coloca con la hoja y los dientes cruzados en un triángulo, indicando la hora aproximadamente a las 7:40.
- Te gustó. Para felicitar por una buena comida, se colocan los cubiertos con ambos mangos hacia abajo, a la izquierda y paralelos, aproximadamente a las 7:35. El camarero interpretará que puede quitar la mesa y transmitirá su felicitación al chef.
- Terminar de comer. Si ya has acabado y quieres pedirle al camarero que retire la mesa, el cuchillo y el tenedor se quedarán paralelos entre sí en el plato con los mangos en diagonal hacia abajo a la derecha, marcando las 4:20.