Le pillan robando bolsas térmicas caras el aeropuerto y hay sorpresa al descubrir para qué usaba la comida del avión
Una acción que degeneró en un problema serio para el acusado

Comida avión / Aureliy

La normativa de las aerolíneas y aeropuertos son muy estrictas porque la seguridad tiene que ser extrema de cara a evitar problemas mayores. El avión está considerado el medio de transporte más seguro del mundo a pesar de que cualquier complicación puede ser fatal, y esto se debe precisamente a los férreos controles y la disciplina que se tiene en todas las fases de cualquier viaje, antes, durante y después. Pero esto no solo implica a los viajeros, sino a cualquier trabajador de ese entorno.
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Buena cuenta de esa mencionada disciplina puede dar David Speers, un trabajador de aeropuerto al que la aerolínea irlandesa Aer Lingus acusó de robar bolsas especiales. La historia es algo rocambolesca vista en perspectiva, pero las consecuencias para el hombre han sido grandes, ya que ha perdido su empleo de 20 años e incluso se enfrenta a la posibilidad de que pueda tener aún más repercusiones legales, y todo por querer alimentar a sus perros, según las alegaciones de la defensa del acusado.
Al parecer, todo vino porque la empresa le encomendó la tarea de desechar las comidas no consumidas en el avión, pero no tenía permiso para quedarse con las bolsas especiales en las que se llevó los alimentos, que habría decidido no tirar a la basura para no desperdiciarlos y poder usarlos para darle de comer a sus mascotas. El caso es que olvidó devolver dichas bolsas, como él mismo contó, y ese descuido le ha llevado a esta complicada situación.
Acusación por robo
Toda esta historia llegó hasta el Tribunal de Distrito de Dublín, donde el personal de Aer Lingus apuntó que en las imágenes de CCTV que tenían recogidas del 11 de septiembre del año pasado se veía cómo Speers tomaba dos maletas, las colocaba en su automóvil y se las llevaba. Ese día estaba encargado de entregar y recoger comidas para los aviones, las guardaba en bolsas térmicas especiales para mantenerlas en buen estado y se las llevaba a su casa para dárselas a sus perros, para que "no se desperdiciara por completo", como expuso la defensa del acusado.
El hombre de 40 años olvidó devolver dichas bolsas térmicas, pero manifestó que nunca fue su intención llevárselas definitivamente y las devolvió tan pronto como se planteó el asunto. Sin embargo, quedó sorprendido de que lo llevaran ante el tribunal por lo sucedido, aunque se disculpó y se declaró culpable de habérselas llevado, manifestó que, aun aceptando que eran "bolsas caras", no tenían mayor utilidad para él y tampoco podían ser revendidas, por lo que no cabía el hecho de una acción de hurto planeada, como recogen en Irish Independent.
Se explica en el medio irlandés que Speers tenía condenas previas, pero ninguna por robo, y aunque se declaró culpable de la sustracción de dos bolsas de catering por valor de 119 euros, su abogado pidió que se le dejara sin condena después de la pérdida del empleo, ya que también podría ocasionarle un perjuicio mayor para encontrar uno nuevo. La jueza Áine Clancy aplazó el caso para la producción de un informe y se reanudará en septiembre, mientras, el hombre participará en un programa de justicia restaurativa.




