El tren no se oye

Pamplona

Precaución, el tren no se oye.

Es una señal ya bastante oxidada, pero que sigue ahí, entre la carretera de Cizur y Echavacoiz, entre los trigales. Lo puedes comprobar esta tarde dando un paseo.

La señal pretende advertirnos del peligro de cruzar la vía, que no está vallada, sin la precaución adecuada para que el Alvia que llega de Madrid nos arrolle, pero es una metáfora de las promesas de los sucesivos gobiernos sobre la modernización de la comunicación ferroviaria entre Navarra y el resto del mundo.

Hoy la ministra de transportes, Raquel Sánchez, le saca la calculadora al diputado tránsfuga de UPN, García Adanero, en la sesion de control en el Congreso

Sostiene Sánchez, Raquel, que antes de verano se reunirá con Navarra y Euskadi para cerrar el trayecto elegido para unir Pamplona con la llamada Y vasca, o lo que es lo mismo, la salida hacia Europa. Camiseta del diálogo que se ponen en el Palacio de Navarra ante una elección difícil; o más largo, o más corto pero más costoso.

La última vez que cerraron ese trayecto era por la opción Vitoria, la larga pero más barata. Fueron entonces el ministro De la Serna, PP, Manu Ayerdi, Geroa Bai, y Arantxa Tapia, PNV. Sólo sobrevive en política Tapia y eso fue hace cuatro años.

Por eso cuando en Echavacoiz prometen ahora que el paisaje dejará de ser el de San Jenaro, el barrio de los Alcántara en Cuéntame, para ser algo así como las Torres Petronas de Kuala Lumpur, pues hay quien se lo toma como los vecinos de Villar del Río.

El pueblo de bienvenido MR Marshall, para los más jóvenes.

Precaución, el tren no se oye. A ver cuándo se oye...