A la basura

Pamplona

"Más cara es la fruta que se tira a la basura". Es lo que suele responder mi abuela cuando le dicen que la frutería a la que va es cara. Será porque ella tiene 98 años y acercarse al siglo de vida da sabiduría, pero podríamos trasladar la respuesta de mi abuela cuando hablamos de cómo gastar el dinero público.

No, no empiezo con las mascarillas, que va luego, sino con el Navarrómetro. La encuesta que el parlamento encarga para palpar el sentir ciudadano fue adjudicada en 2014 a la oferta más barata que pronosticó que las elecciones las ganaría podemos con 18 escaños. EH Bildu tendría 11, el PSN 9 y UPN, que entonces gobernaba, sería cuarta con 8. Los resultados reales ya los vimos un año más tarde y si le preguntamos a Maria Paz, mi abuela, diría que eso es tirar el dinero.

Para dejar de tirarlo, pensamos, el siguiente Parlamento, el de la llamada legislatura del cambio, decidió encargar la encuesta a la UPNA. La universidad pública, la de todos y todas, daba más fiabilidad. Hasta este año.

Y para mejorarlo decidieron que la UPNA ya no tenga ningún papel. El por qué puede estar en el resultado de la última, que dio una bajada a Navarra Suma.

Y también a Geroa Bai, que es la que preside el Parlamento. Encuesta que querían encargar a una empresa. Querían porque la intención de Geroa Bai y EH Bildu de sumar a dos empresas a las 5 que proponían los técnicos del parlamento para sacarla a concurso ha acabado por romper la baraja y no habrá finalmente encargo. Encuesta al cajón, parece, y si los partidos quieren conocer qué nota sacarían, mejor a pagársela.