Hollywood, encantado de conocerse

'Argo' es un thriller político que alza como héroes no sólo a los agentes de la CIA, sino también a un par de productores de cine que colaboraron con la inteligencia americana para rescatar a los rehenes estadounidenses escondidos en la embajada canadiense en Tehéran en 1979. Una cinta poco polémica dentro de EE. UU., aunque haya recibido críticas tanto en Canadá como en Irán, país que ya prepara su propia película con la versión de los hechos.

Mucho se ha hablado esta temporada de las películas que hablan de la CIA. 'La noche más oscura' -que también competía en estos Oscar- y de 'Argo', la gran triunfadora de estos premios por encima del 'Lincoln' de Spielberg, que partía como favorita al obtener más nominaciones que el resto.

Existía la teoría de que la CIA trataba de lavar su imagen mediante el cine y la televisión y es que en la pequeña pantalla la serie de la HBO, 'Homeland' también retrataba cómo el servicio secreto seguía la pista a uno peligroso terrorista islámico.

Pero volvamos a la ganadora de la noche de los Oscar, 'Argo'. La cinta está basada en la novela autobiográfica del agente de la CIA Tony Méndez, que ideó tan original plan para sacar de Irán a los rehenes estadounidenses que se refugiaron en la embajada de Canadá en Teherán tras la toma de la embajada, y basada también en el artículo 'The Great Escape' de la revista Wired.

Affleck se ha alejado de la polémica y ha evitado que sea una cinta excesivamente política. Durante su presentación en el festival de cine de San Sebastián, Affleck decía que buscaba homenajear, de alguna manera, a aquellos diplomáticos que trabajan "en lugares peligrosos y que hacen sacrificios para defender a su país".

El alejarse de la polémica le ha acercado al Oscar, mientras alejaba a sus contrincantes. Y es que este año competían películas muy políticas que se han ido desinflando conforme se acercaban los premios de la Academia. Spielberg era el gran favorito con su homenaje a Abraham Lincoln, el hombre que abolió la esclavitud, en un año de elecciones y con un presidente negro en la Casa Blanca. La cinta ha recibido críticas y no sólo cinematográficas, varios senadores han advertido de los errores históricos que contiene.

Tarantino, un hombre al que siempre se le ha cuestionado el uso de la violencia en sus películas, este año ha tenido más polémica. El estreno de 'Django desencadenado', su particular visión de la esclavitud llevada al western, coincidió con la matanza de Newtown, en la que fallecieron 26 personas, entre ellos 20 niños, tuvo que aplazarse y sacó el eterno debate de la influencia del cine en este tipo de actos.

'The master' de Paul Thomas Anderson ni siquiera ha logrado colarse en las nominaciones y eso que en la Mostra de Venecia logró varios premios. No ha gustado la crítica a la cienciología y la sordidez que retrata en un Hollywood con muchas estrellas metidas en esa secta.

Con todo, la que más polémica ha arrastrado y a la que más ha afectado es a 'La noche más oscura'. Kathryn Bigelow empezó a trabajar en ella antes incluso de que se capturara y asesinara a Bin Laden en Pakistán. Eso hizo que su guionista, Mark Boal, tuviera que cambiar el final de la cinta. El periodista y escritor viajó a Washington para sacar información de sus fuentes.

Tras las denuncias de varios políticos, entre ellos el republicano John McCaine, ex candidato a la Casa Blanca, que aseguraba que el equipo de rodaje ha tenido acceso a documentos clasificados de la CIA, el Senado de Estados Unidos ha abierto una investigación a la CIA por su colaboración en esta película. También se va a investigar las técnicas de interrogatorio que retrata la película, como el ahogamiento simulado y otras torturas.

Ante este panorama, 'Argo' ha tenido el camino más despejado para acercarse al Oscar y eso que su director ni siquiera estaba nominado. Pero además, la cinta ganadora tiene un componente que ha gustado a los académicos y es el de situar como héroe, no sólo al agente de la CIA -algo que Hollywood ya ha hecho- sino al propio Hollywood. Y es que un productor y un director colaboraron con la inteligencia, como cuenta la cinta de Affleck, para articular ese plan de rescate.

Chris Terrio firma el guion y también recibió premio. De hecho su discurso fue el único con tintes políticos en una noche en la que no hubo apenas referencias a la actualidad. Terrio dijo, al recoger su Oscar que esperaba que en un futuro países como Estados Unidos, Canadá o Irán "usen la originalidad y la inteligencia para solucionar conflictos".

El guion tiene además buenas dosis de humor, frases como "todo el mundo conoce cómo funciona Hollywood, podría rodar en Stalingrado con Pol Pot con tal de hacer taquilla". Sus personajes existieron y colaboraron con la CIA, lo que no confirma la Langley, es si siguen teniendo a miembros de la industria cinematográfica colaborando con ellos.

En cualquier caso, Affleck no ha evitado que la polémica surja fuera de casa. Por un lado, Canadá ha reinvidicado su mérito y su trabajo en la resolución de este conflicto. Por otro, y cuando las relaciones parecían más calmadas, Irán ha mostrado su malestar con la cinta y con la imagen de que se da su país. Por ello, han comenzado a rodar su propia versión de los hechos. Habrá que esperar a ver que nos cuentan.