
La mujer del quinto. Viaje a la locura
La mujer del quinto. Viaje a la locura Aprovechando la buena acogida del reciente estreno de Ida del director polaco Pawel Pawlikowski – Last Resort (2.000), My Summer of Love (2004) llega ahora y de forma muy minoritaria su anterior largometraje La mujer del quinto (2011), un thriller psicológico de ritmo lento y ambiente de agónica pesadilla. Ethan Hawke es un escritor americano con un turbio pasado de agresiones a su ex mujer y una orden de alejamiento que rompe cuando decide volver a París para ver a su hija de 6 años. Desaliñado y sin dinero se aloja en una siniestra pensión que paga a cambio de trabajar de portero de noche en un búnker subterráneo abriendo la puerta a extraños personajes. La mujer del quinto es un oscuro viaje al fondo de una mente perturbada al ritmo de ese mismo cerebro, sin los atajos típicos del cine convencional. Su lentitud y sobria minuciosidad van creando una atmósfera densa y difusa que arrastra al espectador… ¡Ojo!... que quiera prestarse a ello. Se agradece su falta de efectismo en La mujer del quinto, pero en ocasiones fatiga su indefinición. Ethan Hawke está correcto, quizá demasiado esforzado en su interpretación que camina peligrosamente por el abismo de la intensidad. Todo lo contrario que Kristin Scott Thomas que, además de oficio, brinda su talento a un personaje de amante fugaz, que podría haber sido el más irreal de todo, pero resulta de una indiscutible solidez y credibilidad.
Pawlikowski comparte la densidad ambiental de las películas de sus paisanos Polanski y Kieslowki. Al salir del cine, uno se siente invadido por una angustia que perdura, aunque La mujer del quinto no tiene el trazo limpio y certero al corazón de la desgarradora Ida. María Guerra
