La perrita Laika murió por asfixia y estrés

Madrid

Nieves Concostrina nos recuerda, en "Pretérito Imperfecto",  la vida y muerte del primer ser vivo que orbitó la tierra. Una perrita callejera de Moscú, Laika, que ha pasado a la historia,  pero que no tuvo precisamente un final feliz. Una cosa es la leyenda y otra muy distinta servir de conejillo de indias en la carrera espacial entre rusos y americanos.

Laika fue enviada al espacio el 3 de noviembre de 1957 y  aguantó con vida sólo siete horas. No pudo soportar el calor en el interior del Sputnik 2 (40º). La asfixia y el estrés acabaron con ella, pero esto que hoy sabemos todos no lo admitió Rusia hasta el año 2002. Tuvieron que pasar 45 años para conocer la verdad.

Los planes eran que Laika estuviera varios días en órbita, a una temperatura  de 15 grados dentro de la cápsula del Sputnik 2; comiendo, con  oxígeno y monitorizada… y que al cabo de una semana se le aplicara una muerte dulce a través del alimento ya que nunca podría regresar con vida a la tierra. Un fallo en la cápsula elevó las temperaturas y el nivel de estrés de la perrita.

Su muerte no fue precisamente dulce. Pasó a la historia de la carrera aeroespacial por convertirse en  el primer ser vivo en orbitar la tierra, pero también ha quedado como  símbolo contra el maltrato animal.  Tras la experiencia ha sido protagonista de campañas, canciones, vídeos... Seguramente le hubiese gustado seguir correteando por las calles de Moscú, pero el destino la hizo estrella a su pesar.