El Gobierno se desentiende de Rato

Madrid

El ministro Cristóbal Montoro no estaba ayer para muchas bromas. Nos tiene acostumbrados a intercambiar durante la rueda de prensa comentarios distendidos y risas con la vicepresidenta, pero esta vez el caso Rato pesaba demasiado en el ambiente. Montoro solo sonrió una vez en su intervención inicial. Le notamos tenso y nervioso, a la espera de las preguntas de la prensa.

"¿Qué legitimidad tiene el Gobierno para luchar contra el fraude si el vicepresidente económico del Gobierno durante 8 años, que era su inmediato superior y responsable de esa lucha contra el fraude tenía patrimonio opaco y es sospechoso de blanqueo y alzamiento de bienes?", fue la primera cuestión dirigida al ministro. Y su primera respuesta fue la de libro: "La ley es para todos, da igual el relieve social o el relieve político o el poder político o el poder económico que uno se atribuya, da igual."

Pero la curiosidad de la prensa iba bastante más allá: "¿Por qué solo se ha conocido el caso de Rodrigo Rato? ¿Usted nos podría decir cuántos políticos hay implicados en esa lista de 705 personajes?", le preguntaba un periodista en referencia a las 705 personas con "exposición pública" dentro de las 40.000 que se acogieron a la amnistía fiscal. El ministro, molesto, eludía la respuesta: “Ni yo mismo lo sé. Yo no sé quiénes componen los 705. ¿Usted cree que yo tengo 705 nombres ahí puestos en la cabeza?”.

Montoro se esmeró mucho por tratar de dejar claro que la investigación sobre Rato ha sido absolutamente normal. "Todo lo que se ha hecho es procedimiento ordinario". Ni el ministro ni la vicepresidenta entraron en ninguna valoración política a pesar del indudable peso político del personaje que fue un auténtico icono del PP. Ni siquiera se refirieron a Rodrigo Rato por su nombre sino, como mucho, le denominaron "el anterior vicepresidente del Gobierno".

Y si hace poco tiempo, refiriéndose a un dirigente de Podemos, la actual vicepresidenta dijo: "Si todos los españoles hicieran lo que hace el señor Monedero a ver cómo pagamos los servicios públicos, la educación y la sanidad en este país". Sobre Rodrigo Rato ayer su valoración fue esta otra: "Estamos ante un asunto particular, no estamos ante hechos relacionados con el cargo, que ya no lo tiene, en el ámbito público".

El escándalo Rato fue el protagonista de las cuestiones de los periodistas, que -un viernes más- tuvimos menos tiempo que los ministros para preguntar: 23 minutos frente a 30. A ver si el viernes que viene logramos dar la vuelta a las cifras.