Luján: "La cesta de la compra anual de las personas celíacas cuesta 1.500€ más que una con gluten"

Madrid

Fausto, el hijo de Carmen, es celíaco. Él, al igual que el 1% de los europeos, tiene intolerancia al gluten del trigo, la cebada y el centeno. Una condición que, tal y como explican los afectados, no es una moda, sino un problema.

Los síntomas difieren en función de la edad. En la adolescencia pueden manifestar dolores abdominales y problemas en el desarrollo y el crecimiento de los niños, pero en la edad adulta las afecciones se incrementan y el diagnóstico se puede confundir con el de otras enfermedades crónicas. Aparecen depresiones, osteoporosis, abortos o, en casos extremos, cáncer digestivo.

Cada vez son más los restaurantes, supermercados, hoteles y colegios que tienen a su disposición alimentos sin gluten. El problema, en este caso, no es de concienciación por parte de la sociedad, sino del precio que las personas celíacas tienen que pagar por productos de primera necesidad. "La cesta de la compra de las personas celíacas es 1.500 euros más cara que la que compramos los demás" explica Luján Soler, directora de la Federación de Celíacos de España.

Ampliar

España, Italia o Reino Unido son algunos de los ejemplos de buenas prácticas dentro de Europa, pero queda mucho por hacer. Para un celíaco, viajar a Francia, Bélgica o Austria resulta todavía complicado ya que no disponen de menús adaptados para ellos. Desde la Federación de Celíacos de España hacen grandes esfuerzos en este sentido: estudian las normativas vigentes, verifican las certificaciones sin gluten que llevan los envases de los productos, validan a los restaurantes que quieren dar menús sin gluten y forman a los profesionales de la salud.

En España se calcula que la prevalencia de la enfermedad es del 1%, es decir, que afecta a unas 500.000 personas. El mayor problema, nos explica Luján, es que se estima que un 75% de los celíacos están aún sin diagnosticar.