Cementerios: un valor en alza

Madrid

Los cementerios son lugar de peregrinaje constante durante la celebración de Todos los Santos. Aparecen más animados y cuidados que en otras épocas, aunque algo de eso está cambiando. Muchos ayuntamientos, que son los que gestionan los lugares de enterramiento, se están dando cuenta de que cuentan con un potencial que, hasta ahora, no se había tomado en consideración. "Los españoles vamos de viaje a cualquier país europeo o americano y venimos contando que hemos visitado un cementerio, pero no hemos visto el de nuestro pueblo o el del pueblo de al lado. Ahora es cuando se está empezando a reconocer que España tiene los mismos valores que cualquier otro país dentro de sus recintos funerarios: muchísimo patrimonio, muchísima cultura y muchísimo arte", asegura Jesús Pozo, director de la revista 'Adiós', editada por la funeraria Funespaña, que es la que entrega los premios anuales a los mejores o más llamativos camposantos de nuestro país.

En la edición de este año, el cementerio que ha ganado el concurso es el de Montánchez (Cáceres), que se encuentra en un risco, bajo las ruinas del castillo. El premio al mejor monumento funerario ha sido para un panteón neogótico del siglo XIX ubicado en el cementerio de San Froilán (Lugo), mientras que la escultura funeraria galardonada ha sido la de la tumba de la marquesa de San Juan de la Nieva, en La Carriona de Avilés. Hay otras dos categorías con premio: el de ha mejor historia documentada, que este año ha sido para la llamada 'tumba de la Bella Durmiente', del cementerio de San José de Granada; y a la mejor iniciativa medioambiental, que ha ido a parar al cementerio de Roques Blanques, en El Papiol (Barcelona).

El reclamo para el público

La muestra de que algo está cambiando en la concepción de estos espacios como atractivos turísticos es el hecho de que cada vez hay más pueblos que presentan sus candidaturas para participar en el concurso. Un jurado especializado selecciona los diez mejores de cada categoría, y los ganadores se eligen por votación popular a través de Internet. Jesús Pozo señala que "para los ayuntamientos pequeños implica situarse en el mapa. Tienen una repercusión nacional que para ellos es importante, y generan un turismo que para ellos también es significativo. Es lo que decimos mucho desde Funespaña y desde la revista 'Adiós', de que cada pueblo puede tener un museo libre, gratuito y a disposición de sus vecinos".

Algunos camposantos han llegado a multiplicar por diez las visitas desde que han comenzado a participar en este peculiar concurso que busca fomentar el 'turismo de cementerio', o como lo llama Jesús Pozo, el 'turismo emocional'. "Las empresas funerarias, durante muchos años, se han negado a reconocer el término 'turismo de cementerio', por eso nosotros hemos acuñado el de 'turismo emocional, que nos parece todavía más potente. Porque, en realidad, se trata de hacer turismo desde los sentimientos que te provoca tu familia, que está allí, o las obras de arte que te puedes encontrar en el cementerio, o las historias de personajes ilustres enterrados en él".