Europa afloja su lucha contra los 'minerales de sangre'

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Madrid

Apple, Samsung, Sony, y así hasta más de una decena de multinacionales, no pueden garantizar que el cobalto que usan en la fabricación de sus móviles no haya sido extraído por niños de solo siete años en la República Democrática del Congo.

Esa es la denuncia que, hace unas semanas, puso sobre la mesa Amnistía Internacional con su informe ‘Child labour behind smart phone and electric car batteries’ (El trabajo infantil detrás de teléfonos inteligentes y las baterías de coches eléctricos).

El cobalto es uno de los minerales ensuciados por la explotación, pero hay más, muchos más. Precisamente, hace medio año, la Eurocámara forzó el desarrollo de un marco legislativo que pone barreras a la importación de los ‘minerales de sangre’, principalmente en las minas de la República Democrática del Congo.

Estamos ante un negocio ilegal plagado de mafias que explotan y violentan esa parte de África. Se espera una ley para verano, las negociaciones están -por tanto- en su recta final, pero el alcance de esa futura ley está en entredicho por intereses empresariales. De entrada, “están surgiendo presiones para ser menos exigentes con la información que deberían dar las empresas sobre la procedencia de sus productos”, alertan algunas ONG como Alboán, uno de sus expertos, Guillermo Otano nos ayuda a entender cuál es la trampa que esconde el plan europeo contra los 'minerales de sangre'.

Cerca de 70 ONG´S de todo el continente se han unido para advertir de que Europa no está siendo valiente para poner control a este sucio negocio, entre otras cosas porque algunos estados pretenden reducir a una simple recomendación, todas las obligaciones que pretendían imponerse a los estados para frenar este comercio ilícito.

MÁS INFO: "Tecnología libre de conflicto" (ONG Alboan)