Los beneficios de los guisantes

Como en cada programa, en BeOk hablamos del producto de la semana. Un alimento de temporada que debe formar parte de una dieta sana y equilibrada. Esta vez es el turno de los guisantes. Aunque existe cierta confusión a la hora de clasificarlos entre verdura y legumbre, sus propiedades alimentarias no dejan lugar a dudas: ¡son legumbres!

Beneficios de los guisantes

Como todos los alimentos incluidos en su categoría, los guisantes son una buena fuente de fibras solubles, que favorecen el tránsito intestinal y ayudan, por tanto, a prevenir el cáncer de colon; y de proteína vegetal, por lo que ayudan a mantener los tejidos corporales en buen estado.

Contienen asimismo magnesio en abundancia, necesario para la síntesis de proteínas. Esto hace de los guisantes un alimento imprescindible para niños y adolescentes en época de crecimiento así como o para las personas mayores que necesitan activar la renovación celular.

Son ricos en Vitamina C y vitaminas del complejo B -como la B2, B3 o B9- que protegen el sistema nervioso y también en minerales como el calcio, el hierro y el fósforo, que juegan un papel importante en la prevención de la anemia y el fortalecimiento de los huesos.

Tienen propiedades hipercolesterolímicas, es decir, que son capaces de disminuir el colesterol malo -LDL- de la sangre. Y poseen además propiedades vasodilatadoras, muy beneficiosas para la circulación sanguínea. Los guisantes impiden, por ejemplo, la formación de placas en las arterias responsables de la aterosclerosis o mala circulación. Controlan los niveles de azúcar en sangre gracias a su capacidad de verter glucosa gradualmente en el torrente sanguíneo, por lo que son un alimento muy apropiado para personas con diabetes.

La mejor época para consumir guisantes es entre los meses de diciembre y abril, aunque los mejores guisantes son los que podemos encontrar en el mercado en febrero y marzo. En España, tal y como nos han explicado en el Mercado de Antón Martín, es difícil encontrarlos frescos el resto del año, aunque es cierto que en las zonas de climas más uniformes se pueden encontrar ya desde noviembre.

En cuanto a en qué debemos fijarnos a la hora de escogerlos: ¡muy sencillo! Aquellos que presenten las vainas muy verdes, brillantes y turgentes y que los granos -lo que es el guisante en sí y que se encuentra dentro de las vainas- también estén gorditos.