“He querido hacer al violín la voz del flamenco”

Madrid

La magia del flamenco en las cuerdas de un violín. Así puede resumirse el primer álbum de Paco Montalvo. El violinista, de 23 años, ha estado en Hoy por hoy con Macarena Berlín para presentarnos su disco Alma de violín flamenco, por el que ha sido nominado a seis premios Grammy Latinos. "He querido hacer al violín la voz del flamenco", ha afirmado el artista para explicar su trabajo.

Comenzó a tocar el violín con cuatro años, debutó con dieciocho en el Carnegie Hall de Nueva York y está considerado uno de los mejores violinistas del mundo. El próximo 17 de noviembre estará en Las Vegas, donde se celebra la gala de entrega de los Grammy Latinos. Montalvo opta a seis premios, entre ellos Mejor álbum del año, Mejor artista del año, Mejor artista emergente y Mejor álbum flamenco. "Lo que más me gusta es representar a la música española fuera de nuestras fronteras", ha expresado el violinista.

La primera vez que cogió un violín en sus manos tenía once meses. Veía cada día tocar a su padre, también violinista, aunque nunca le impuso seguir sus pasos. "De pequeño era algo rebelde. Si mis padres me hubieran obligado a tocar el violín probablemente ahora no lo tocaría", confiesa Montalvo, que se percató de su vocación a los catorce años. "De pequeño era un juego. Fui consciente de la responsabilidad de lo que estaba haciendo a raíz de un viaje a Chicago", detalla el artista.

"He llevado la música de Albéniz, Falla o Granados a nuestro tiempo a través del flamenco". Montalvo ha hecho arreglos de obras clásicas de compositores españoles, como Sevilla, de Isaac Albéniz, convertida en bulería. También podemos encontrar una versión de Lágrimas Negras, del compositor cubano Miguel Matamoros.

Entre sus brazos, una joya. El violín con el que el joven artista acude a los conciertos, y con el que ha grabado su primer disco, data del año 1660. Es obra del artesano italiano Nicolò Amatti. Fue un regalo anónimo, que recibió cuando tenía catorce años. Desde entonces le acompaña y desde entonces busca a su benefactor: "Hoy en día sigo sin saber quién me lo regaló".