Barack Obama se vuelca en la campaña para intentar preservar su legado

Washington

A 24 horas de que abran las urnas, la campaña termina con la sensación de que Hillary Clinton no está segura de su victoria ni Donald Trump convencido de su derrota. Trump ha puesto en marcha lo que ahora se llama la máquina del fango. Lo malo es que va metiéndose con tanta gente, que como llegue a presidente le van a hacer todos la vida muy complicada. Por ejemplo, cuando ayer en Pensilvania, hablaba de la operación militar en Mosul se preguntaba qué ha pasado con el factor sorpresa, porque la operación se anunció con antelación. Y decía: “Vaya grupo de loosers, de perdedores que tenemos”, en referencia a la junta de jefes de estado mayor, de la que él sería comandante en jefe si es elegido presidente. Esto a Barack Obama le pareció un golpe bajo de demagogia, y por eso ayer pasó de pedir el voto para Clinton a recordar a la gente lo que significa no ir a votar: “Todo el que decida quedarse al margen en estas elecciones, o no ir a votar como protesta, es un voto por Trump."

El gran temor de Obama no es sólo que Trump gane sino que el control del Congreso y el Senado caigan en manos republicanas, lo cual les permitiría deshacer prácticamente todo lo que él ha hecho en los últimos 8 años, incluida la reforma sanitaria.

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La escritora mexicana Ángeles Mastretta nos aporta hoy su visión sobre Obama. “Veo difícil encontrar políticos tocados por la gracia, que son capaces de ponerle buena cara al mal tiempo y mejorarlo. Lo que Obama ha hecho en Estados Unidos no ha sido bien valorada por la mitad de la población pero estoy segura que la otra mitad ha mejorado mucho su vida. Primero porque ha mejorado mucho el trato que se le ha dado la gente y segundo porque tener una estampa como la suya tan reconocida y bien querida mejor y ayuda la de todos los demás”.

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Una de las cuestiones más polémicas de estas elecciones es que Trump todavía no ha dicho si aceptará la derrota –si es que pierde- y que cuestiona en público la limpieza del proceso de votación. Trump se refiere a posibles intimidaciones en torno a los colegios o a montar una red de autobuses en barrios desfavorecidos, de inclinación demócrata, para llevar a la gente a votar a los colegios. Hay un informe que los republicanos citan en cuanto les preguntas, que dice que hay un millón de personas fallecidas registradas para votar en estas elecciones. Desde luego es una paradoja que hayan pedido –y han conseguido- que la Organización de Estados Americanos, la OEA, envíe una misión de observación, lo cual sitúa a EEUU al nivel de Haití. Al frente de esa misión está la ex presidenta de Costa Rica, Laura Chinchilla: “No ha llegado a nuestras manos ninguna información que ponga en evidencia la posibilidad cierta de un fraude en este país al punto que pueda revertir la decisión soberna del voto de los estadounidenses.

En Estados Unidos las personas condenadas por un delito mayor pierden sus derechos civiles. En Florida, Iowa y Kentucky lo hacen de por vida, aunque ya hayan cumplido su sentencia. En estas elecciones más de 6 millones de personas no podrán votar por este motivo.

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El documental 13th de Ava Duvernay relata como este hecho afecta desproporcionadamente a los afroamericanos, porque los hombres negros son un 6.5% de la población, pero conforman un 40% de la población encarcelada y el 36% de las personas privadas de votar.

Ese documental lleva por título el número de la enmienda que liberó a los esclavos, pero se fija en la frase que matiza que no puede haber esclavitud, excepto para los castigados por un crimen. Y explora como la esclavitud se sustituyó con la criminalización y la encarcelación de los afroamericanos y más recientemente de los latinos.

El senador demócrata Cory Booker explica que hoy en día hay más afroamericanos bajo supervisión criminal que todos los esclavos que había en 1850.

En su ruta por Estados Unidos, Rafa Panadero nos presenta a Antonino, un personaje de origen italiano, que conoció en Nueva Orleaans. “Me tuve que reinventar tras el Katrina con casi 60 años. Tenía un negocio en el barrio francés pero nadie volvió por allí después del huracán.” Cuenta, preguntado por las opciones de Trump que “cuando todo el mundo se pregunta por qué Alemania dejó llegar a Hitler al poder, la respuesta es sencilla, votándole.”

Antonino es votante de Hillary aunque él apoyó a Sanders: “La política es así. Ahora hay que votar a Hillary, que va a estar bajo la lupa de los seguidores de Bernie, con lo que tiene que asegurar que algunas de las cosas que él proponía, están en la agenda.