La crisis olvidada de la República Centro Africana

Madrid

Bangui es la capital de la República centroafricana. Y allí había hasta esta semana uno de los campos de refugiados donde buscaban cobijo miles de niños, tras llegar solos después de presenciar el asesinato de sus padres y familiares y quedar sin nadie que los acoja. Son los desplazados de un conflicto en la capital de la República Centroafricana, que llegan a este lugar situado cerca del aeropuerto internacional. Según Médicos sin Fronteras, allí encontraron refugio más de 26.000 cristianos que huían de la zona musulmana desde el 2013, por allí han visto llegar gente enferma, sin nariz, sin orejas o a quienes habían arrancado los pezones.

María Simón María Simón es la coordinadora general de médicos sin fronteras en la Republica Centroafricana.Han tenido más de mil consultas médicas diarias, 15 hospitalizaciones y 10 nuevos nacimientos cada día.

En comparación con los abusos, asesinatos y saqueos que la gente ha visto en sus vecindarios, en el campo de refugiados de Mpoko se sentían relativamente seguros, pero las condiciones de vida en el campo eran muy difíciles

Los desplazados en ese campo, han vuelto a sus vecindarios y médicos sin fronteras ha cerrado su hospital. 1 de cada 4 centro africanos sigue siendo desplazado. La mitad de la población depende de la ayuda humanitaria para sobrevivir. La historia del campo de Mpoko nos dice una cosa clara, que el futuro es incierto.

En Bangui ha habido casos de abusos sexuales de los propios cascos azules contra menores refugiados en el campo Mpoko. Algunas de estas denuncias están siendo investigadas por la ONU, otras una vez confirmadas, han sido sancionadas.

Miles de personas que huyeron de los combates en la capital de la República Centroafricana han retornado bajo un programa de repatriación voluntaria, dirigido por el ACNUR y el Gobierno.

Casi 80.000 residentes de Bangui aún están desplazados por el conflicto. La RCA cayó en el caos en los meses después de que los antiguos rebeldes Seleka tomaron el poder en marzo de 2013, derrocando al entonces presidente Francois Bozize y generando una violenta reacción de parte de los grupos anti balaka en diciembre de ese año. Esto y la subsecuente violencia desplazaron a casi un millón de personas y dejaron partes de Bangui saqueadas y en ruinas. Cerca de 475.000 residentes se desplazaron a países vecinos y más de 434.000 personas viajaron hacia áreas seguras dentro del país.