Frágiles por la anorexia

Madrid

Dentro del tsunami exhibicionista que nos afecta desde hace tiempo, esa pulsión general por colgar fotos, compartir vivencias y transmitir a medio mundo qué haces o dejas de hacer…ha aparecido últimamente –de forma tímida- un movimiento muy interesante. Se trata de modelos, chicas, modelos de alto nivel además, que sacan del armario sus defectos o presuntos defectos físicos; y publican en redes sociales primeros planos de la celulitis en las piernas, un poco de tripilla cuando se sientan…es decir, lo más normal del mundo.

Me parece interesante el gesto –y muy valioso- porque esas mismas chicas en otras fotos, en las oficiales, con la luz, el atrezzo, la postura adecuada - y si conviene el Photoshop- ahí aparecen como seres de otro planeta: perfectas, inmaculadas, sin un solo pero en toda su anatomía. Y ese es, por desgracia, el patrón estético que después tratan de imitar –contra viento y marea- millones de mujeres en todo el mundo. Y ese contra viento y marea incluye la aparición de trastornos como la anorexia o la bulimia que en España afectan a casi medio millón de personas.

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Ya sé que detrás de esos trastornos no late sólo una dictadura estética, hay otros problemas, pero eso influye, y mucho. Por eso decía que tiene valor el gesto de esas mujeres. Y más valor tiene aún el libro del que vamos a hablar hoy en La ventana. Se titula “seré frágil” y es el relato –novelado pero muy autobiográfico- de una adolescente que visitó el infierno de la anorexia….y ha salido. Como dice su propia autora en el prólogo: “las historias reales tienen poder porque son la prueba de que las cosas pueden cambiar”. Esta tarde en La Ventana vamos a demostrarlo hablando con ella