'No madres', la vida plena sin hijos

Madrid

Según un estudio reciente de la Universitat de Barcelona, el 25% de las mujeres nacidas en los años 70 no serán madres. La investigación va más allá: un 5% no tendrán hijos por una decisión personal. Estados Unidos bautiza a las mujeres que no desean ser madres como 'NoMo' (No Mothers). No querer tener descendencia ha sido, y es todavía, un gran tabú. Las mujeres que deciden contarlo, salir del armario, se suelen encontrar con una gran incomprensión. La periodista María Fernández-Miranda acaba de publicar el libro 'No Madres' (Plaza&Janés), en el que habla de esta realidad a partir de su propia experiencia y la de una decena de mujeres conocidas que también han optado por vivir sin descendencia.

“Las que contamos nuestra historia hemos llegado a la no maternidad por distintos caminos: en unos casos es una no maternidad no elegida y en otros es una no maternidad sobrevenida”, cuenta Fernández Miranda. En esta elección nada es blanco ni negro: “hay mujeres que desde muy jóvenes saben que quieren ser madres, hay mujeres que desde muy jóvenes saben que no quieren ser madres, y en el medio estamos las demás, las que a veces sí queremos y otras no”.

Sin embargo, un denominador común a todos los casos es que quienes finalmente eligen no ser madres tienen que justificar su decisión y aguantar preguntas y comentarios del tipo ‘se te va a pasar el arroz y te vas a arrepentir’. Los hombres, defiende la autora, en esto – “como en tantas otras situaciones”- tienen ventaja. “En el 90% de los casos, cuando a mi marido le preguntan si tiene hijos y responde ‘no’ se acaba la conversación. Cuando me preguntan a mí hay un silencio, una especie de vacío del que no sé salir porque tengo que justificar de alguna manera mi ‘anomalía’. “

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En el libro, Fernández-Miranda explica todo su proceso previo a la no maternidad. Aunque nunca quiso ser madre, decidió probar y se sometió a siete tratamientos de reproducción asistida, sin éxito. Habla de cómo, a pesar de que nunca sintió la maternidad como “el camino de realización definitiva de la mujer”, aunque no había pensado demasiado en la posibilidad de convertirse en madre, acabó sometiéndose a tantos tratamientos de fecundación in vitro. “Sólo las mujeres que se han metido ahí saben lo difícil que es salir”. Escuchamos, afirma, que “vas a una clínica de fertilidad y todo es muy fácil, pero no es así, no todo es posible. Las tasas de éxito con óvulos propios están en el 37%, pero esto no lo conocemos”.

Las dos preguntas que empujaron a la periodista a escribir este libro fueron ‘¿De verdad voy a ser tan infeliz sin hijos? – y para responder entrevistó a Rosa Montero y las demás – y ‘De verdad no voy a aportar nada al mundo? – para lo cual buceó en las biografías de mujeres que le habían inspirado, como Oriana Falacci o Coco Chanel. “Las respuestas que encontré fueron: uno, que pierdes muchas cosas pero ganas muchas otras de las que nunca hablamos y dos, que se pueden crear muchas más cosas aparte de vida”.

Para la autora de ‘No madres’, actualmente asistimos a un retroceso en cuanto a la aceptación de la decisión de no tener hijos. En las entrevistas realizadas, “Soledad Lorenzo decía que en su época era muy importante; Rosa Montero y Alaska decían que en su época era moderno tener hijos y las de mi generación –Almudena Fernández, Maribel Verdú, Mamen Mendizábal- se sienten otra vez presionadas”. Quizá, opina, con la generación posterior esto vuelva a cambiar.

Rosa Montero puntualiza que quienes en su época tomaban esta decisión era “muy poca gente contracultural”. Dice la escritora que hubo un par de generaciones que crecieron con “el poderoso susurro” de sus madres. Unas madres que “empezaron su vida con una situación de sexismo brutal y en pocos años vieron cómo cambiaba el mundo” y por ello educaron a sus hijas en ese susurro: “no hagas lo que yo, sé libre, no tengas hijos, no te encadenes…”.