Manuel Vicent: sobresaliente

Madrid

Tendría que esforzarme mucho, muchísimo, para recordar qué temas me cayeron en el examen de selectividad. Ha pasado demasiado tiempo… así que casi prefiero agarrarme a uno de hoy, concretamente al texto que les ha tocado a algunos de los estudiantes que esta mañana han comenzado las pruebas. Es una delicia de texto, una declaración de amor y también una advertencia muy seria sobre dos placeres: comer y leer, de los que asegura el autor que “son dos formas de alimentarse, pero también de sobrevivir. “No sabría decir – añade - qué es más orgánico, más íntimo, más necesario.

Los clásicos lo tenían claro: primero vivir y después filosofar. Pero sucede que hoy los más refinados creen que comer es también una filosofía y mastican lentamente los alimentos imaginando el largo camino que han recorrido hasta llegar a la mesa. “Por otra parte – dice más adelante – existen lectores exquisitos que leen buscando en cada libro la isla del tesoro y siempre encuentran el cofre del pirata”. Hasta aquí la declaración de amor; ahora llega la advertencia, o la constataciòn del drama. “La cocina ha caído bajo la dictadura de los masters chefs que ejercen el papel de intermediarios del gusto; mientras la lectura se ha instalado en soportes digitales que imponen sus reglas al pensamiento con sus múltiples aplicaciones”. Y así están las cosas, concluye.

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En fin, no sé qué comentarios habrán hecho, qué les habrá sugerido a los estudiantes este articulo de manuel vicent publicado en “El País”, pero creo que pueden considerarse afortunados porque han tenido en sus manos un retrato, una foto del momento, de nuestro tiempo, precisa y preciosa… aunque lo que muestre nos desagrade. Y eso los estudiantes de Madrid porque los de La Rioja, por ejemplo, han tenido que encararse con otro texto del propio Vicent donde se concluye que “la cultura es hoy una enloquecida barra de bar que circunda el planeta; y la polìtica mundial está presidida por un venado con una cornamenta de catorce puntas, toda de oro, un calígula que gobierna el imperio con los dedos movidos por el odio, la ignoracia y la estupidez”. Se refiere a Donald Trump y sus tuits, por si alguien no lo ha captado.

Resumiendo: es posible que a algunos – o a muchos – estas reflexiones les puedan sonar a nostalgia de abuelo cebolleta. A mí personalmente – es mi opinión –me parecen de una lucidez extraordinaria. Así es imposible que suspenda nadie.