"La extrema derecha puede entrar en el Parlamento italiano"

Madrid

"No veo, de ninguna manera, en riesgo la permanencia de Italia en la moneda única y en el proceso de integración europea, pero sí es preocupante que por primera vez, como ha sucedido en Alemania en septiembre, la extrema derecha entre en el Parlamento". Así lo prevé el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Madrid, Pedro Martín Santa Olalla, para quien "el partido neofascista CasaPound podría superar el 3% de los votos que exige la actual ley electoral" y conseguir representación parlamentaria.

Hay preocupación en Bruselas por la eventual ingobernabilidad de Italia tras las elecciones, pero el profesor Martín de Santa Olalla cree que "las cosas están muy pactadas desde hace tiempo entre la Forza Italia de Berlusconi y el Partido Democrático de Renzi: el actual primer ministro Gentiloni va a seguir al frente del gobierno mientras se negocia un nuevo ejecutivo".

Para el profesor, lo más probable es que la actual colaboración tácita entre ambas formaciones se explicite en un nuevo gobierno cuya composición va a depender de la diferencia de votos entre la coalición de centro derecha y la de centro izquierda. "Puede que Gentiloni sea el encargado de formar un nuevo gobierno con ministros de Forza Italia. Y si gana esta formación, el primer ministro será Antonio Tajani, actual presidente del Parlamento Europeo y que ya ha dado su visto bueno".

Jornada de reflexión

La jornada de reflexión en Italia está marcada por la elevada indecisión -un 30% de italianos no sabe a cuál de los múltiples candidatos votar- y por el desencanto -siete de cada diez se siente excluido del proceso político-. Ambos factores se pueden traducir en una elevada abstención que puede ser "record", de entorno al 35%, según la estimación del profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Europea de Madrid, Pablo Martín de Santa Olalla.

"En las elecciones de 2013 ya bajaron del 80 al 75%, que aun siendo una tasa muy alta para España, no lo es para Italia" y esto se debe, señala, "a que los candidatos no convencen. Unos, como Berlusconi y Renzi, por ser demasiado conocidos y otros, como Salvini o Meloni, porque no acaban de convencer". Además, "los italianos están hartos de una clase política que les sale muy cara y que consideran ineficaz", por lo que la participación va a ser más baja de lo habitual.

Uno de los factores determinantes de la campaña, para Martin de Santa Olalla, ha sido la inmigración que se ha traducido en antieuropeísmo. "Italia ha estado recibiendo durante años a mucha población que venía, sobre todo, desde las costas de Libia, aunque no sólo eran libios, sino que también había subsaharianos y refugiados sirios. No se sabe la cifra de personas que pudieron entrar en el país y en estos momentos es el asunto que más preocupa" a la población italiana.

"En todas las ciudades se empiezan a ver fenómenos de violencia callejera y de inseguridad que se traduce en una sensación de falta de tranquilidad" que podría traducirse, para el profesor de Relaciones Internacionales, en que la extrema derecha entre en el parlamento italiano como ha sucedido en Alemania.