Fuego y chinchetas
Música
PRIMAVERA SOUND 2018

Los Planetas, al rescate

La banda granadina actúa por sorpresa para reemplazar una baja de última hora y se convierte en la sensación del día

The National, Rhye, The Breeders, Idles o La Bien Querida también brillan en una jornada marcada por la igualdad

Los Planetas, durante su concierto en el Primavera Sound. / ERIC PÀMIES PRIMAVERA SOUND

Madrid

La noticia llegó vía Twitter y con poco más de una hora de antelación: "Los Planetas actuarán por sorpresa esta noche". La dirección del Primavera Sound había decidido recurrir a la banda granadina para reemplazar a los raperos Migos (ausentes porque habían perdido el vuelo que debía traerlos desde EE UU) y, pese a la inevitable frustración de estos casos, buena parte del público (hispanohablante) celebró el cambio con la sensación de que, este viernes, había salido ganando.

Jota, Florent y compañía no decepcionaron. Arrancaron su "concierto improvisado" en su faceta más densa y atmosférica, pero toda esa distorsión, en realidad, era solo el toque de corneta que anunciaba la llegada del séptimo de planetería. Con Santos que yo te pinté y Corrientes circulares en el tiempo quedó claro que el público, aun tratándose de un examen sorpresa, se sabía las letras de memoria.

De vuelta a su último disco, Hierro y Níquel precedió a la última incorporación al repertorio de himnos planetarios: Islamabad. Un tema que además se ha convertido en una suerte de cordón umbilical entre el indie y el trap porque los acordes y parte de la letra están sacados del Ready pa morir del también granadino Yung Beef, que ya había actuado en la jornada del miércoles y a quien Jota invitó a salir al escenario para luego repetir en varias ocasiones que es "un crack".

Después de poner a medio festival "cayendo pa'rriba" volvieron Los Planetas del amor y el desamor para interpretar No sé cómo te atreves en compañía de otra invitada que, casualmente, había tocado en esa misma tarima solo cinco horas antes: La Bien Querida. Un éxtasis prolongado por el karaoke colectivo de Un buen día, la canción en la que se burlan del "niñato" [Raúl] y de la que el batería, Eric Jiménez, sacó el título de su tormentosa autobiografía: Cuatro millones de golpes.

Jota tampoco quiso desaprovechar el título de su gran hit para comentar la actualidad política: "Hoy es un buen día para el pueblo español y para el pueblo catalán porque el gobierno fascista"... La ovación fue tan ensordecedora que solo algunos llegaron a escuchar el final de su arenga: ... "políticos de la cárcel".

Los Planetas decidieron despedirse con otros tres temas que todo el mundo quería cantar: Espíritu olímpico, Alegrías del incendio y De viaje. Un recital breve e intenso que, quizá por lo inesperado, acabó convirtiéndose en la sensación del día.

Igualdad, en todos los sentidos

La gran atracción del día era The National y los de Cincinnati cumplieron con un sonido impecable, pero interaccionaron poco con el público y eso dejó cierto sabor a ensayo general con (miles de) invitados. Tampoco ayudó mucho el hecho de que su último disco, Sleep Well Beast, haya sido el de la evolución de su sonido.

Matt Berninger, de The National, durante su concierto en el Primavera Sound. / Jordi Vidal

Algunas de las nuevas canciones, aún en proceso de digestión colectiva, le acabaron robando protagonismo a los temas con los que, tras casi 20 años de carrera, Matt Berninger y los suyos se han ganado el merecido estatus de cabeza de cartel. The National ha sido una banda de éxito tardío porque, en contra lo que lo habitual, no empezaron a destacar hasta su cuerto disco (Boxer), pero en un concierto de festival no da tiempo a repasarlo todo. ¡Una lástima!

En la primera mitad del concierto se dedicaron a intercalar lo mejor de su último disco, The System Only Dreams In Total Darkness, Walk It Back, Day I Die o Carin At The Licor Square, con tres de los hits del penúltimo: Don't Swallow The Cap, I Need My Girl y Graceless. Todo un derroche de sobriedad, elegancia y oficio guitarrero culminado con dos guiños a su larga trayectoria: Fake Empire y About Today.

Pero el peso de este Primavera Sound está quedando bastante repartido. Algunos cabezas de cartel cumplen lo justo y la llamada clase media, sin embargo, se reivindica con conciertos que, como en el caso de los canadienses Rhye, se hacen cortos tanto para el público como para la banda. ¡Casi les echan del escenario!

Con el inverosímil falsete de Mike Milosh al frente, Rhye demostró que el minimalismo de un medio tiempo también puede llenar un festival, pero además de sus celebradas Open y The Fall, sorprendieron con momentos muy funky, grandes solos de violín o chelo eléctrico y hasta con algún que otro final de puro rock.

También cumplieron con la expectativas, cada uno a su manera, los neoyorquinos Cigarettes Afeter Sex y los británcios Idles. Los primeros, explorando en directo el magnetismo de canciones tan bradicárdicas como Sunsetz o Apocalypse. Los segundos, en el extremo opusto: rabiosos trallazos de punk que beben de los Ramones y de los Sex Pistols, pero con destellos melódicos tan inesperados como los de Mother, 1049 Gotho o Stendhal Syndrome.

En la jornada del viernes, de todas formas, también han brillado los grupos liderados por mujeres. Waxahatchee y Haim dejaron constancia del buen momento que atraviesa el indie rock estadounidense y The Breeders volvieron a tocar la mítica Cannonball en el Primavera, pero también reivindicaron su vigencia con novedades como Nervous Mary. Y en el cartel, contraprogramando a Los Planetas, había otro peso pesado, Charlotte Gainsbourg, que quizá hoy acompañe a su madre (Jene Birkin) en otro de los conciertos más esperados del festival.

La Bien Querida, durante su concierto en el Primavera Sound. / ÉRIC PÀMIES

Otra que ha crecido y de qué manera es La Bien Querida, que abría uno de los dos grandes escenarios del festival y no decepcionó. Sus cinco discos, plagados de pequeñas historia de amor cotidiano, le han convertido en una de las figuras más destadas del pop independiente español. Empezó repasando su excelente último disco y remató por todo lo alto con sus grandes hits: Arenas movedizas, De momento abril, Poderes extraños y la canción indie del último verano: 7 días juntos.

También lo dio todo, aunque en horario de sobremesa, El Último Vecino. Un concierto que se le hizo muy corto a los mas madrugadores del día, pero como dijo el siempre excéntrico Gerard Alegre ("gracias por haber venido... ¡aunque ya tuvierais la entrada comprada!"), si el Primavera Sound no les hubiese encargado tocar a las 17.00, habrían estado entre el público. Mejor eso que nada, claro, pero merece un horario mejor aunque, como les pasó a Father John Misty, Jorja Smith o Superorganism, sea coincidiendo con otros grandes del cartel.

Carlos G. Cano

Carlos G. Cano

Periodista de Barcelona especializado en gastronomía y música. Responsable de 'Gastro SER' y parte del...

 
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