Emilia Pardo Bazán: Una auténtica chica Almodóvar

Una de las grandes novelas españolas del S.XIX es Los pazos de Ulloa de Emilia Pardo Bazán, una escritora de gran carácter, culta, de origen noble y que vendía tanto como Galdós y otros escritores coetáneos de renombre.

De ella se decía que “escribía a lo hombre”, que “se ponía los pantalones para escribir”… todo eufemismo era válido con tal de no reconocer que la maestría en el arte de escribir también podía encontrarse en una mujer.

Era abiertamente feminista, estaba al tanto del movimiento sufragista inglés y consciente de los obstáculos que una mujer tenía para abrirse paso en el mundo de la cultura. Intentó ingresar en la RAE tres veces y las tres veces fue rechazada.

Hablamos de una mujer que fue la primera en presidir la sección de literatura del Ateneo y la primera en ocupar una cátedra de literaturas neolatinas en la Universidad Central de Madrid.

Juan Valera, académico y un completo 'nisu' a su lado, se permitió apuntar que no la podían admitir porque su culo no cabía en los sillones. Y esto lo decía un señor que tenía el culo del mismo tamaño que ella.

Además, y gracias a su posición social, Doña Emilia llevaba una vida nada usual para una mujer. 50 años antes de que se aprobara la primera ley del divorcio en España ella ya se había casado y se había separado de su marido.

Tenía varios amantes, uno de ellos fue Benito Pérez Galdós, con el que, cuentan, tuvo un encuentro en un carruaje de paseo por la Castellana y sus bragas acabaron saliendo por la ventanilla.

Emilia Pardo Bazán era una jefa, una auténtica chica Almodóvar.