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De la cárcel, al ironman

El subcampeón de España de fitness Juan Miguel Esteban Aceituno entró en prisión pesando 130 kilos de músculo.

Para evadirse de su situación empezó a correr en el patio de la prisión.

Ahora compite en maratones y ironmans

Juan Miguel Esteban Aceituno: "En la cárcel me curaba yo las plantas de los pies. Las tenía en carne viva"

Juan Miguel Esteban Aceituno: "En la cárcel me curaba yo las plantas de los pies. Las tenía en carne viva"

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Durante los primeros años del 2000 Juan Miguel Esteban Aceituno ocupaba su tiempo en su entrenamiento de fitness, modalidad en la que llegó a ser subcampeón de España y campeón de Madrid, y su compañía de seguros privada que ofrecía servicios de escoltas en eventos y discotecas.

Pero esa vida normal cambió radicalmente cuando en enero de 2007 ingresó en la cárcel por un delito contra el derecho del trabajador. Lo que en un principio serían seis meses terminó en una condena de 14 años por no reconocer su culpabilidad.

Juan Miguel encontró en el deporte la mejor manera de evadirse de aquel infierno. Eligió correr pero hacerlo en un patio de 120 metros cuadrados le obligó a dar miles y miles de vueltas a esas cuatro muros. "Cada 20 minutos no me quedaba otra que cambiar de sentido", cuenta Juan Miguel Aceituno, de 41 años, a Michael Robinson.

"Al principio costó por el peso -entró en prisión con 130 kilos de puro músculo- y por las vueltas que tenía que dar. Comencé con tiradas de 20 minutos y terminé corriendo tres horas por la mañana y otra hora y media por la tarde. Noté que conseguía evadirme", relata.

Cuenta Esteban Aceituno que él mismo se hacía todos los cuidados en la celda. "Por los estudios que tengo me masajeaba a mí mismo, me curaba las plantas de los pies, que los tenía en carne viva. Con las cuchillas de afeitar a modo de bisturí para que no se infectara… Al meterme en la ducha era insoportable", detalla.

Juan Miguel pasó de ser el hazmerreír de la prisión -"los primeros años se reían mucho de mí y no me trataban bien ni los internos ni los funcionarios", a ser alguien respetado y con el que todos querían entrenar.

Salió de la cárcel durante unas horas en 2014 para participar en la Carrera Nocturna de Aranjuez, en la que quedó sexto de 25.000. "A partir de ahí fui el referente para todo. Conseguí que gente de otros módulos pidiesen venir a entrenar conmigo", comenta.

Después de aquello decidió prepararse para un maratón y luego para un ironman. Unos retos que terminó con éxitos.

"Ahora lo prioritario para mí es ayudar a la gente", relata un ya libre Juan Miguel Esteban Aceituno, que ahora dedica su tiempo a ser personal trainer e inculcar el ‘gusanillo’ del deporte a los niños en un colegio. "Es lo mejor que me ha pasado, estar con los niños".

 
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