El silencio de la cultura

Madrid

Esta mañana en la reunión que celebra todos los días la redacción de informativos de la Cadena Ser, alguien ha parodiado el gesto teatral que anoche utilizó Albert Rivera en el debate de candidatos cuando dijo aquello de “¿Lo escuchan? Es el silencio…” luego los silencios respondían a toda suerte de desgracias provocadas por Pedro Sánchez. Esa era la versión de rivera; pero la de esta mañana decía: “¿Lo escuchan? Es el silencio…no se habló en todo el debate ni un solo minuto de cultura”.

Y es verdad. No sé lo que pasará esta noche en el de Atresmedia, pero ayer en el debate de Televisión Española no asomó ni una sola referencia a la cultura. Como si no fuera esa la única esperanza a la que agarrarse, no ahora, no en esta coyuntura concreta, sino siempre. Y no deja de ser curioso que estos debates de ida y vuelta coincidan con una cita cultural tan potente como el Día del Libro.

Hoy les hablamos desde Barcelona, estamos en la Plaça Catalunya, en el corazón de una ciudad invadida por paradas de libros y de rosas, con miles de personas en la calle celebrando Sant Jordi. Pero es que este Día del Libro se celebra en un montón de lugares; en Aragón, por ejemplo, donde San Jorge es el patrón de la comunidad, ayer hablamos con un librero que regala borrajas con cada libro que vende. O en Castilla y León, donde también es festivo, bueno, y en todas partes, con más o menos parafernalia, porque al menos por un día el libro –y todo lo que se deriva de él- se convierte en el gran protagonista.

La política es muy relevante, y muy interesante, sin duda; lo prueban los 9 millones de espectadores que ayer siguieron el primer debate y que esta noche posiblemente superen esa cifra. Si alguna vez consiguiéramos que la cultura, en general, y la lectura en particular, tuviera tantos seguidores –y altavoces tan potentes- yo creo, sinceramente, que nos iría mejor a todos.