'Diego Maradona', las dos almas del mito

Cannes

Maradona no está bien, dijo el director británico Asif Kapadia en una premier en el Gran Teatro Lumière del Festival de Cannes, llena de invitados y de expectación. “Va a ser intervenido próximamente”, justificaba el director del documental Diego Maradona. El futbolista argentino ya sabe lo que es venir a un festival, estuvo en Cannes acompañando a Emir Kusturica cuando filmó sobre su vida y su trabajo. En esta ocasión los cinéfilos más futboleros se han quedado sin ver a un ídolo inusual. Tal y como muestra la cinta de Kapadia, que ya rodó un documental sobre la cantante Amy Winehouse.

500 horas de archivo de imágenes inéditas, aunque muchas de ellas muy conocidas, sobre todo para el público latino e italiano. Su infancia pobre. Su paso por el Boca Juniors, por el Barça y su fichaje, el más caro de aquellos años, al Nápoles. Kapadia se emociona -con exceso- mostrando sus logros futbolísticos. Hay infinidad de goles de Maradona en la gran pantalla, con todos sus equipos, en especial el que marcó en el 86 cuando México ganó la Copa del Mundo. "Como cineastas, tenemos un tiempo concreto para contar la historia. Es cierto que hay muchos rumores, pero no están investigados ni contrastados. Así que hemos puesto lo que tenemos por seguro. Pero es curioso porque todo el mundo echa de menos algo, hay gente que repregunta por qué no hay más fútbol, otros que por qué no metí lo de Cuba, y así", explicaba el director.

Lo más interesante es el retrato de un personaje casi sacado de una tragedia griega. Un hombre de dos cabezas o dos almas, Diego y Maradona. Reconoce el futbolista en la película que él sabe cuándo es uno y cuando es otro. Un Jekyll y Hyde capaz de las más grandes virtudes futbolísticas y también de bajar a los infiernos en cualquier momento. "Ha ganado Diego, al menos para mí y para el mundo", dice el entrenador del astro Fernando Signorini, uno de los testimonios clave del documental. "Diego sigue siendo el cebollita, el chico que quería jugar a la pelota aunque no hubiera luz, aunque tuviera hambre, que soñaba con regalarle la casita a sus padres", añadía.

La persona y el personaje que se creó para sobrevivir, a modo de trampantojo, son lo que nos muestra el documental, en el que apenas se escucha al protagonista. Queda en un segundo plano, en las sombras de entrenadores, biógrafos y de su hermana María, una de las personas clave en su vida.

Sin quererlo, el documental, también entra en el debate Messi versus Maradona. Lo decía el biógrafo del futbolista argentino en una entrevista en la SER: "No hay una comparación, pero está implícita. Donde camina Maradona hay ruido, movimiento, y cuando uno piensa a Messi, pues se ve la calma".

Kapadia no esconde la relación del deportista con la cocaína ni con Carmine Giuliano, de la Camorra. Una de las imágenes con más fuerza de Diego Maradona es verle la cara de circunstancias en la fiesta de Navidad del Nápoles en 1990, justo cuando había dejado fuera del Mundial a la selección italiana en el estado San Paolo de Nápoles. La virtud de Kapadia son los contrastes, los contrapuntos de un personaje que tiene la capacidad de emerger de lo más oscuro cada poco. Y hay otra virtud, tratar con una persona tan compleja e inquita como Maradona.

Como decíamos, no ha venido a Cannes, aunque hasta el último momento mantuvo la intriga y tenía todo preparado para llegar a la alfombra roja. Además, para Kapadia ha sido imposible poder mostrarle la película. "En el último año hemos intentado enseñarle la película, pero nos dijo que fuéramos a Dubai donde vivía, luego a Colombia, luego a Moscú, pero justo coincidía con el Mundial y dijimos que no era una buena idea. Mi idea era ir a Argentina, pero siempre que lo intentábamos estaba en México", una promoción imposible. Son las consecuencias de tratar con un personaje como Maradona.