Hora 25El dietario de Ramoneda
Opinión
El dietario de Ramoneda

Ejercicio de elisión de responsabilidades

Josep Ramoneda analiza la trifulca por la decisión de quién tiene que hacerse cargo de la suspensión de los diputados independentistas

Ejercicio de elisión de responsabilidades

Ejercicio de elisión de responsabilidades

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Barcelona

Ocúpense ustedes de suspender a los diputados presos. El Tribunal Supremo lanzó un saque envenenado a la mesa del Congreso. Ana Pastor, se encogió de hombros, dejando para su sucesora, Meritxell Batet, la continuación de la jugada. La nueva presidenta ha devuelto la pelota a mitad de la pista contraria. Y el Supremo ha respondido raudo con una dejada facilona. Batet ha pedido tiempo, mandando la pelota a los juristas de la Cámara. Y aunque el desenlace es previsible, todos buscan alguien a quién cargarle el mochuelo. Puede que este ejercicio de elisión de responsabilidades entre dos poderes del Estado distraiga al personal. Pero no es nada edificante. Pocas cosas son más peligrosas en democracia que la transferencia de responsabilidades entre poderes. Cuando la política se judializa o la justicia se politiza es que algo falla. Y en esas estamos. Y sin muchos visos de que esto cambie.

Primer día de legislatura y el PP ya amenaza a la presidenta Batet con llevarla a los tribunales. ¿Tiene la derecha otra política que la judicialización de la vida pública?

El independentismo se ha hecho sentir en la apertura de la legislatura. Y la derecha pone el grito en el cielo. Es farisaico escandalizarse por ello. Quién está en la cárcel tiene pocas oportunidades para hacerse visible. Y mientras dure el proceso judicial la dimensión testimonial y solidaria estará viva. Cosa distinta es un núcleo, cada vez más reducido, en torno a Puigdemont, que pretende que se puede dinamitar un Estado a pellizcos, lo cual solo es creíble desde el desconocimiento de qué es un Estado y de qué es Europa. Pero esto no quita que el lunes el independentismo seguirá ahí como una fuerza política central en Cataluña. Y es tan absurdo que unos piensen que se pueden cargar el Estado como que otros crean que pueden derrotar al independentismo por lo penal y lo excepcional sin embrutecer las instituciones.

¿Democracia en peligro? Así lo explica el filósofo italiano Roberto Expósito en un artículo reciente: “Si los Estados nación están regidos por el derecho público, el mercado mundial solo conoce el derecho privado. Desde este punto de vista, la globalización es necesariamente antidemocrática, externa al principio de soberanía popular”.

 
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