El hombre de las mil tazas

Madrid

 Todos tenemos unas cuantas tazas de desayuno en casa. Una que estaba de promoción en el supermercado, una que lleva incorporado un mensaje de autoayuda, una del sitio al que tu prima fue de vacaciones, una de tu serie favorita... ¿Media docena de tazas, quizá? Pues eso no es nada porque José Luis Delgado Leal tiene una colección que ronda el millar. "Tengo unas 60 o 70 que uso a diario, y unas 920 o 930 colocadas en estanterías, solo de colección", explica.

A José Luis, que estudió ingeniería informática y trabaja como profesor en la UNED y en un instituto de Formación Profesional de Illescas (Toledo), siempre le han gustado las tazas. "De entre los múltiplos recuerdos que puedes tener de un viaje o de una persona, es un elemento muy útil", explica. "Además da un toque colorido, divertido y evocador".

Pero aunque ya llevaba tiempo recopilando tazas de aquí y de allá, tiene claro qué compra marcó un antes y un después en su trayectoria como coleccionista: "Recuerdo un viaje que hice con mis padres a Alemania. En concreto, a Wiesbaden. De repente apareció un Starbucks y, tal y como entramos, vi la taza y me gustó mucho. A partir de entonces se convirtió en una especie de tradición. Cada vez que viajaba, visitaba un Starbucks y me compraba la taza correspondiente".

La magnitud de su colección, por lo tanto, dice mucho de la expansión internacional de la cadena estadounidense de cafeterías, que ya cuenta con casi 30.000 establecimientos repartidos por el mundo y que, periódicamente, pone a la venta tazas temáticas de cada ciudad en la que opera: "Un día me dije: en vez de una, dos, tres, 15 o 20, ¿por qué no coleccionarlas todas? Y así, hasta hoy".

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Pero José Luis no es el único que colecciona las llamadas Starbucks City Mugs. En internet es fácil encontrar páginas dedicadas íntegramente a estos objetos e incluso hay una web —FredOrange.com— con más de 5.000 usuarios registrados que lleva la cuenta de las tazas que se han creado (7.152) y de las que tiene cada uno. José Luis, en el puesto número 50, es el primer español de la lista. El número 1 es estadounidense, tiene 4.252 y dice estar buscando 286 más.

"Algunas me han costado mucho tiempo y mucho dinero. A veces las ha buscado durante años porque estaban descatalogadas. La de Tokio de la serie Icon, por ejemplo, es la que más le ha costado conseguir", explica José Luis. "Pero muchas las consigues gracias a un amigo. El coleccionismo se convierte casi en una familia. Hoy ayudas tú a alguien a conseguir una de Valencia o de Sevilla, y otro día recibes un paquete de alguien que sabe cuál estabas buscando".

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El informático toledano cuenta con una auténtica red de amigos y conocidos —incluido un azafato de Iberia— que le ayudan a conseguir sus piezas más deseadas. "La taza que más me gusta, por el dibujo, es la de Osaka", explica. "Pero probablemente la más valiosa es la de un parque de Disney de EE.UU en la que aparece un monorraíl rosa. Hace años, después de un accidente, cambió de color y Starbucks retiró todas las tazas. Las del monorraíl rosa se vendieron durante muy pocos días y, al haber muy pocas, el precio es más alto".

El hecho de contar con tantas tazas, sin embargo, no le ha llevado a desayunar de forma muy distinta a como lo hacen muchos españoles: tostadas, cereales, café... Eso sí, reconoce que en clase martiriza a sus alumnos haciéndoles crear páginas web con las fotos de su colección.