El pueblo que vive de la cocaína que se cae en el mar

Madrid

El País ha publicado tres reportajes bajo el título: "La frontera desconocida de América". Allí se cuenta la vida en Xcalak, un remoto poblado mexicano que vive de la cocaína que expulsa el mar; en Blue Creek, el poderoso motor económico de los menonitas; y en Puerto Barrios, el oscuro puerto de Guatemala en el Atlántico.

En La Ventana hemos hablado con Jacobo García, el periodista de la delegación de México de El País responsable de estos reportajes que nos ha explicado cómo era llegar a estos lugares: "La sensación de haber llegado a un lugar tan remoto como abandonado en el que la corrupción y el narcotráfico se mezclan".

Nos ha contado una de las anécdotas que ha vivido mientras realizaba el trayecto como tener que bajarse de un taxi: "Subir un taxi y ver que de repente el tipo no quería seguir avanzando a partir de las siete de la tarde", explica, por la extorsión a la que se ven sometidos los taxistas de la mafia. "Todavía hay valientes que salen a conducir pero el ambiente es fantasmagórico", cuenta García, aunque señala que seis taxistas ya han sido asesinados.

"Lo que hay es una crisis humanitaria de magnitudes inmensas", explica; y es que Xcalak la gente vive, básicamente de la cocaína. El futuro de los jóvenes depende en muchas ocasiones de que puedan rescatar en el mar fardos de cocaína que han caído; ya sea por el conocido como "bombardeo" de avionetas colombianas que envían la cocaína a algunas coordenadas concretas para que las recojan las lanchas o por que se caen de las propias embarcaciones al agua.