Carlos López Otín: "El material genético humano es menos del 10% de todo el material genético del organismo"

Madrid

Un equipo científico de la Universidad de Oviedo acaba de publicar en la revista Nature Medice una investigación que demuestra que las alteraciones de la microbiota intestinal contribuyen al envejecimiento acelerado. Es decir, que de alguna manera, el ecosistema de microorganismos que viven en los intestinos influye de manera importante en la salud y en el proceso de envejecimiento. Esta tarde nos lo ha explicado el catedrático de Bioquímica y Biología molecular y director de la investigación, Carlos López Otín.

El catedrático ha aclarado que el ‘envejecimiento prematuro’ es una enfermedad y que con dicha investigación han hallado soluciones al problema como el aumento de la esperanza de vida humana a dos años, la mejora de los parámetros metabólicos, la perdida de glucosa… En otras palabras todos estos factores conducen a que el bienestar corporal sea mejor.

“Hace unos años había una curiosidad por el genoma y ahora sabemos que procede del amor de nuestros padres y es como nuestro libro de la vida. Un genoma está construido por 3.000 millones de letras químicas en cada una de nuestras células”. Además, Carlos aclara que junto al genoma existen el epigenoma y el metagenoma.

El epigenoma sería la gramática del genoma. Si el genoma fuese un piano el epigenoma sería el pianista. Mientras que el metagenoma es el conjunto de genomas de los humanos y de los organismos que nos cohabitan. En el metagenoma estarían los genomas de todas las bacterias que nos cohabitan, en este caso billones.

“Antes se interpretaba la flora como algo que servía para la digestión de los alimentos. Pero hoy, se sabe que dirige hasta el desarrollo, el crecimiento de órganos, enseña al sistema inmune a distinguir lo propio de lo ajeno, producen vitaminas que no tenemos en nuestra propia dieta…” Por lo tanto es un avance en la ciencia y un descubrimiento importante en el campo de la salud y el envejecimiento.