El cine en la SEREstrenos Cine
Música
Estrenos Cine | entrevista

'Paradise Hills', la distopía feminista que no quiere princesas

 La ópera prima de la bilbaína Alice Waddington es una fábula retrofuturista sobre un grupo de mujeres que se rebelan contra las imposiciones sociales y familiares de las clases altas

Emma Roberts protagoniza 'Paradise Hills' / DYP

Madrid

Desde niña le fascinaban todas las historias de fantasía, terror y ciencia ficción. Pero no encontraba narrativas femeninas en las que se viera representada. Sin vínculos con la industria del cine, Alice Waddington (Bilbao, 1990) estudió en una universidad pública y empezó a trabajar en publicidad mientras empezaba a colaborar en rodajes. Esa fue su escuela de cine hasta que conoció a Nacho Vigalondo, quien le recomendó rodar un corto como punto de partida. De ahí nació ‘Disco inferno’, producción que pasó por más de 70 festivales y la llevó a Austin, donde conoció a Guillermo del Toro. El manager del director mexicano la puso en contacto con productores españoles que se interesaron por este proyecto.

Ahí nace Paradise Hills, una ópera prima que condensa todo su universo temático y conceptual. Una fábula feminista de ciencia ficción con una estética llena de colores, texturas y referentes retrofuturistas del cine de los 60 y 70. Paradise Hills es un centro de lujo donde las familias pijas mandan a sus hijas para que sean entrenadas y educadas para ser mujeres perfectas. Un internado para fabricar princesas. Pero no todas están dispuestas. Emma Roberts encabeza el reparto de esta distopía rebelde que habla de mujeres hechas a sí mismas, de la dictadura de la imagen femenina y de la lucha de clases.

¿De dónde nace este cuento gótico? Viéndolo uno se imagina que resume muchas de tus fantasías desde niña…

Cuando tenía 13, 14, 15 años, me encantaban las historias de fantasía, me encantaban esos mundos paralelos que creaba la ciencia ficción, el terror, el horror, el thriller. Y me gustaba mucho El señor de los anillos, La historia interminable. Pero bueno, no terminaba de verme a mí misma en esas narrativas, en esas historias. Yo también quería rescatar princesas y luchar contra dragones y no me estaban dejando. Entonces dije, bueno pues lo voy a crear yo.

Lo que sorprende de la película es una puesta en escena llena de referentes, de colores, de texturas, ¿cómo compones todo eso en tu cabeza?

El equipo de la película es íntegramente nacional, incluyendo arte y vestuario. La diseñadora de producción es Laia Colet, que tuvo un equipo muy femenino, y también el diseñador de vestuario es Alberto Valcárcel. Ambos y el resto del equipo hizo un trabajo increíble. Y no nos privamos en ninguna referencia. Hay de todo, desde El abominable doctor Phibes hasta Picnic at Hanging Rock pasando por Daughters of the Dust, una película afroamericana colonial hasta, las más evidentes, como pueden ser El prisionero o La fuga de Logan. Todos estos seriales y películas de ciencia ficción retrofuturista de los años 60 y 70.

Es una distopía feminista que podemos mirarla casi como una rebelión contra las princesas Disney

Lo que ellas quieren es salvarse a sí mismas. Es un canto a la amistad femenina y al poder de derrotar monstruos colaborando entre ellas, ayudándose, apoyándose en lugar de compitiendo, que es algo muy importante en la película. Consiguen salvarse de peligros tremendos y de aventuras grandes. Era algo importante de transmitir a nuestro público más joven, porque siento que las redes sociales actualmente están empujando de alguna manera esa noción de competencia femenina y, en fin, esa idea de que nunca vamos a ser lo suficientemente perfectas o perfectos, o lo suficientemente guapos o guapas, o lo suficientemente populares. Es una forma de decir que hay que encontrar las personas que te van a querer y apreciar tal y como eres, en lugar de tratar de cambiar por un ideal que es imposible.

Es muy interesante ese punto, porque la solidaridad es generacional y por la capacidad de cintas que pueden etiquetarse de género de ahondar en temas sociales o políticos

Desde luego no firmaría con seguridad que es una película política porque es una película de gran entretenimiento en la que vas para evadirte y creo que ya hay bastantes problemas en el mundo (risas)

No, me refería a la utilización del género con esa carga social

Lo que está claro es que lo personal es lo político en ese sentido, y desde luego, hay muchos autores antes que han utilizado y, recientemente además, el cine de género para tratar estos temas. Se me vienen a la mente Jordan Peele con Nosotros o Déjame salir aquí, o Guillermo del Toro con La forma del agua. Esta película de lo que quiere hablar es de asuntos de identidad y libertad personal. A veces me vienen padres y madres a decirme que Paradise Hills le va a dar pie a tener conversaciones con sus hijos o sus hijas sobre lo que es realmente la idea de libertad y futuro. Plantearse si han estado imponiendo a sus hijos o hijas una noción de futuro que ellos no quieren. Considerar a las personas jóvenes como individuos con sueños, con aspiraciones y que importan porque son nuestro futuro.

Citabas a Jordan Peele, en la cinta también hay una versión de doppleganger atravesados por la lucha de clases…

Frecuentemente los personajes más ricos de la historia o 'Uppers' ignoran a los más pobres o 'Lowers'. Y hay representantes de ambos. El amor de infancia de la protagonista le prometen una cantidad de dinero y una ascensión social, el padre viene de un trasfondo lower, de la artesanía, del aprecio de los trabajos pequeños en la industrialización… Otros personajes vienen de un trasfondo rural, que no están dispuestos a pisotear a otros. Hay una serie de elementos que hablan de una lucha de clases bastante fuerte.

José M. Romero

José M. Romero

Cubre la información de cine y series para El Cine en la SER y coordina la parte digital y las redes...

 
  • Cadena SER

  •  
Programación
Cadena SER

Hoy por Hoy

Àngels Barceló

Comparte

Compartir desde el minuto: 00:00